No me gustan sus mundos y sus vivencias pero no queda más
remedio que buscarse un apaño, porque tienen el poder y perturban nuestra
intimidad; facturas, banqueros, abogados, médicos…, y toda esa gente que no se
digna devolver el saludo y que imponen su “careto”
Bueno, tampoco me preocupan demasiado; forman parte del
decorado, no tengo agobios bancarios y encuentro gente que me ha echado en
falta y también yo a ellos.
No puedo buscarme excusas… Me ha venido la idea, de repente, tengo que hacerme mayor
para blindarme de los banqueros y demás colegas, para pasar de agobios y
decidir lo que quiero hacer, esa es mi manera de hacerme mayor; el resto son
excusas…
Reitero mi agradecimiento a Canarias y Cádiz, pero esto ya
es asunto mío y como podéis comprobar en el último capítulo de Cowboy from Brooklyn;
https://books.google.es/books?id=ibs-sYdI08UC&pg=PA5&lpg=PA5&dq=Carlos+Ortiz+de+Z%C3%A1rate&source=bl&ots=nrOpaapEII&sig=CNi3hFMmyGPXXtIqPJZksnIBu4g&hl=es&sa=X&ei=9lWyVLzTC8LlUs-SgNgH&ved=0CE8Q6AEwCDiCAQ#v=onepage&q=Carlos%20Ortiz%20de%20Z%C3%A1rate&f=false
, en “París bien vale una misa” o en “Villaviciosa Hermosa”,
que podéis consultar, por capítulos en http://www.diariosigloxxi.com/libros.php
y que será próximamente editado por Falsaria,
Villaviciosa ha estado muy presente en mi escritura. Estoy proyectando, en un
próximo futuro, negociar, con el hotel Las Costes de Cádiz una tarifa para el alojamiento de una semana,
que me permita encontrar un apartamento de alquiler que se acomode a mi
presupuesto y que me permita cambiar de residencia cuando guste y escribir
sobre una ciudad que me ha cautivado.
Primero tengo que presentar “Villaciciosa Hermosa” y poner
orden en mis finanzas…, pero no estoy dispuesto a derrochar la energía que me
traje de Canarias.