sábado, 12 de julio de 2014

A trancas y a barrancas

No me puedo quejar de la semana pasada; abrí columna en en Siglo XXI y en Villaviciosa Hermosa, también se ha publicado una entrevista: /  que me ha dado esperanza en encontrar un equipo en el que puedo integrar mi escritura, pero estoy agotado porque me pesa mucho el anclaje de mi nueva novela sobre la caída de Robespierre, tema muy manoseado y manipulado y sobre todo muy opaco.
Es una de mis asignaturas pendientes entre tantas otras, pero que en estos tiempos me apremia más, como imagino que lo hará a quienes consideramos la urgencia de encontrar una nueva forma de gobernanza.
Los escritores que optamos por estas perspectivas lo tenemos muy crudo a la hora de cimentar el escenario sobre bases sólidas, porque, especialmente los hechos que han hecho la historia, como en el caso de Robespierre, abunda la manipulación y escasean datos fundamentales. Es muy duro localizar los últimos y para ser eficaces, tenemos que concretar la búsqueda. Es un poco el pescado que se muerde la cola, puesto que para concretar necesitamos crear escenarios y para hacerlo necesitaríamos más pistas sobre lo que podemos esperar encontrar.
Estoy en lo que la escuela de Buffalo llama “Mess”, la etapa del proceso creativo que carece de etiquetas, barreras, fronteras o dogmas. Busco información y personajes que me permitan construir un escenario y lo tengo que hacer en esa mezcolanza, hasta que salte la chispa.
Estoy contento, pero cansado. Tendría que retrasar la escritura de la cuarta novela hasta que resuelva la promoción de las otras, por ejemplo, sobre todo cuando tengo, al mismo tiempo, otros desafíos. No puedo hacerlo y tengo que cargar con todo: necesito escribir; si no produzco, me siento mal; es mi única forma de expresión.

Aprovecho para indicaros que mi ausencia en el blog se debe a problemas técnicos. Ignoro la razón por la que, a veces, en vez de este escritorio me aparecen otros y después, sin saber muy bien cómo, recupero este escritorio. Supongo que lograré resolverlo, porque tengo la firme intención de hacer del blog un instrumento de comunicación.

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