lunes, 15 de diciembre de 2014

Reciclar

 Te invito a leer mi artículo de ayer, en cualquiera de los diarios digitales que lo han publicado hoy


Trato un tema que nos preocupa a muchos y a mí no me deja indiferente. Es, desde luego, una perspectiva en esta entrada, pero mi mirada es mucho más subjetiva: necesito reciclar en mi “basura”.
Me propongo empezar por unas vacaciones, puesto que llevo ya muchos años sin poder tomarlas,  por razones familiares y económicas. Ahora estoy en condiciones de hacerlo y me he propuesto pasar un mes en Las Palmas de Gran Canaria; la tierra donde más he vivido, 22 años. Tengo mucho que reciclar allí y mi amiga Pili, con quien compartí experiencias muy fuertes y ocios, me ha invitado a compartir su piso.
Algo ha hecho que el proyecto tome cuerpo, ya he aludido a mis circunstancias personales y la llamada telefónica a Pili fue una “corazonada. Hace tiempo que la había dado por ilocalizable, tras montones de llamadas sin respuesta.
Lo más gracioso es que Julen pesa 9 kg y que Iberia no acepta, en cabina, mascotas de más de 8 Kg. Me niego a meterlo en bodega. Antes de embarcarme en la historia, necesito saber que no me encuentro con alguien que adopte las normas más estrictas.
Parece un problema fácil, puesto que ha viajado con el mismo peso en Spanair, en el Ave… No ocupa más espacio que un perro de 8 kg. Pero, como me toque alguien que cumpla la ley a rajatabla, me deja en tierra, en la terminal más odiosa que conozco, la T4.
Estoy tratando de indagar sobre los actuales procedimientos de embarque de mascotas, el último referente que conozco es cuando me traje a Julen de Las Palmas, en 2007. No sé cuál es el funcionamiento ahora y necesito saberlo antes de sacar el billete. He recurrido a la agencia de viajes de mi tarjeta de crédito y una señora muy amable me ha prometido informarse sobre el caso y llamarme a lo largo del día.
Puede parecer una mera anécdota, pero me ayuda a explicar lo que siento. Por una pijada, una decisión que carece de lógica: se puede llevar en cabina cualquier macota encerrada en una bolsa que quepa en el espacio que el transportista te atribuye. Obviamente, previo pago y papeles.

Bueno pues ahí estoy, preparando mi viaje, creo que es una buena posición para reciclar basura y si alguno de vosotros tiene información sobre tramitación para embarque de mascotas en Iberia, agradecería mucho que me lo comunicarais carlosortizdez@telefoica.net.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El abuelo Leopoldo: Hablando en Cobre

 El abuelo Leopoldo – ¿Por qué has llegado tarde? Me preguntó, cariñosamente, mi abuelo materno. –He estado jugando con mi amigo Bertín. Nos...