El 29 de agosto de 2003
Aznar recibió a Rajoy. Antonio Ruiz Valdivia lo cuenta así: “José María y
Mariano: la historia de un divorcio”: https://www.huffingtonpost.es/entry/13749248
Debes pinchar. Para
animarte, copio:
Aznar le contestó: “Gracias, pero te lo
voy a decir. Creo que tú eres la persona adecuada”. Su nombre era el que estaba
apuntado en el cuaderno azul. Llegaba el momento de la sucesión. Así lo
recordaba el expresidente del Gobierno en su libro de
memorias. “A Mariano se le
veía muy contento y, lógicamente, también abrumado.
La
operación de Aznar no salió como esperaba tras los atentados del 11-M y
la victoria inesperada de José
Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). El
PP pasó de manera brusca a la oposición, con buena parte de la sociedad española
indignada por la participación en la guerra de Irak y con la sensación de que
su Gobierno le había mentido sobre la autoría del atentado más trágico de la
historia del país. Los populares sacaron su cara más dura, se lanzaron al
cuello contra el PSOE con la teoría de la conspiración y el “España se rompe”.
La corte de Rajoy la formaban entonces Eduardo Zaplana, como portavoz en el
Congreso, y Ángel Acebes, ‘número dos’ en el PP. Un equipo marcado, que
volvería a ser superado por el PSOE en 2008 con bastante diferencia.
El 14 de marzo de 2008, Rajoy era
la imagen de la derrota en el balcón de la calle Génova. Intentaba guardar la
compostura, pero todo indicaba que era una despedida, especialmente por el
rostro de su esposa.
Aitor
Riveiro y Daniel Salgado muestran una triste realidad: “González, Aznar y Rajoy, tres expresidentes que denuncian
su “cancelación” desde sus púlpitos”: https://www.eldiario.es/politica/gonzalez-aznar-rajoy-tres-expresidentes-denuncian-cancelacion-pulpitos_1_8354459.html
Debes pinchar.
Para motivarte, copio:
Felipe González y Mariano Rajoy al habla. A la escucha: el rey Felipe VI, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, algunos de los empresarios más poderosos del país y decenas de medios de comunicación. Por medio, una resolución judicial, ratificada por una instancia superior, que prohibió una manifestación del principal sindicato gallego para protestar por el precio de la luz. ¿Quiénes son los cancelados? ¿Quién puede o no expresar sus opiniones libremente? Los dos expresidentes lo tienen claro. Ellos son las víctimas de los “torquemadas por doquier” que, parece, han proliferado en España. Antes “por lo menos había una sola Inquisición”. Es verdad que podía torturarte y condenarte a muerte, pero debía de ser menos “peligroso” que opinar en la España del siglo XXI. Algo que, por lo dicho, no puede hacer el expresidente socialista.
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