La masacre de La Desbandá, uno de los peores crímenes de guerra cometidos por el ejército franquista, permaneció casi oculta durante muchas décadas. "Aquel corrió", es una frase que, según la historiadora Encarnación Barranquero, se decía bajito para señalar al malagueño o la malagueña que huyó de las tropas de Queipo de Llano por la carretera de Almería, convertida aquellos días en la carretera de la muerte. Sobre aquello cayó un manto de silencio, culpable en el caso del franquismo, y de cierta vergüenza entre los perdedores de la guerra, que nunca explicaron del todo cómo cayó Málaga a manos de los sublevados.