El 5 de noviembre de 1981 “El País” publicó el
siguiente artículo: “La extrema derecha en el Ejército español”: https://elpais.com/diario/1981/11/05/opinion/373762803_850215.html
Debes
pinchar. Para animarte, copio:
(...) Panfletos firmados por la Unión Militar
Española habrían sido dirigidos por numerosos oficiales a su domicilio y a sus
unidades (...). Todos esos textos afirman que la situación política se ha hecho
insostenible, debido al desarrollo del terrorismo, de los separatistas y del
paro, que la democracia es incapaz de afrontar. Critican la jerarquía militar y
también al Rey, acusándole de haber traicionado a los golpistas del 23 de
febrero (...).La Unión Militar Española que sustituiría a las organizaciones
ultras sin amplitud que existían antes del 23 de febrero, como la Unión Militar
Patriótica y el Movimiento Patriótico Militar, no se contentaría con distribuir
folletos. Tratarían de situar sus hombres en puestos claves, en los estados
mayores y en los servicios de información, según afirman los militares
liberales (...).
“El Salto” añade: “España: refugio de criminales de lesa humanidad de dictaduras
latinoamericanas”: https://www.elsaltodiario.com/america-latina/espana-refugio-criminales-lesa-humanidad-dictaduras-latinoamericanas
Debes pinchar. Para animarte, copio:
A la vez que el Gobierno y los altos tribunales
españoles han obstaculizado la instrucción en Argentina de la Querella contra
los crímenes del franquismo, desde 2013 España se ha negado a entregar a
Argentina prófugos acusados de delitos de lesa humanidad que han encontrado
refugio en España. Ellos son Carlos Fernando Gori, Rodolfo Wagner, Beatriz
Arenaza y Daniel Ullúa. A ellos se suma Eduardo Ferro, militar buscado por
Uruguay que, tras ser detenido en España, fue misteriosamente puesto en
libertad meses antes de que concluyera el proceso de extradición.
Público matiza: “¿La tercera restauración borbónica?”: https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/08/04/la-tercera-restauracion-borbonica-2/
Debes pinchar. Para animarte, copio:
Como
el Rey Juan Carlos venía de la formación al lado de Franco y no sabía de
valores democráticos, organizó o dejó organizar el 23-F. Por esas ironías del
destino, un golpe que nacía para cambiar el rumbo de la democracia española
–las élites pensaban que se estaba yendo muy lejos- sirvió para apuntalar al
Rey Juan Carlos. El arrebato de Tejero echó por tierra el gobierno de
concentración nacional –otro clásico de la derecha española- que iba a dirigir
el General Armada. La intervención esa noche de Juan Carlos I detuvo el golpe
gracias a la obediencia debida de los militares (como dijo Quintana Lacaci,
"si el Rey me pide esa noche bombardear el Parlamento, lo
bombardeo"). Juan Carlos pasó a ser reconocido como un Rey democrático y
los socialistas empezaron a decir que eran republicanos pero juan carlistas. La
prensa, esa que se enfada cuando la critican, apuntaló ese marco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario