Del dicho al
hecho, gran trecho
La “sabiduría
popular” no es tal si se queda en eterno quejido y en la resignación, y nos hace cómplices y víctimas. De ahí eso de “más
vale lo malo conocido que lo bueno por
conocer” .Nefasto, especialmente cuando estamos en periodo electoral, nos
llueven amenazas y escándalos de corrupción y “pinta a bastos”. La sabiduría
popular reclamaría el dicho, en este caso las proclamaciones de la Ley de
Transparencia, de forma que podamos tener acceso a los datos que nos permitan
decidir nuestro voto, el próximo 20 de diciembre.
Pese a lo
que dice la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la
Información Pública y Buen Gobierno, los ciudadanos no tenemos acceso a la
información que necesitamos como votantes, mientras se nos disparan escándalos
de corrupción, amenazas y peligros, y el
gobierno lleva ya casi dos años exhibiendo esta ley como el talismán de la
nueva gobernanza y el remedio al cáncer
de la corrupción.
Pues bien,
pese a que la ley tiene ya casi dos años y de que el actual gobierno se ha
llevado toda la legislatura amparándose en la deuda que le había dejado el
gobierno de Zapatero, no se nos ofrecen datos básicos para realizar un balance
de la herencia recibida por los nuevos poderes surgidos de las pasadas
elecciones locales.
Mal lo
tenemos para evaluar, pasados ya los Cien Días y temo que no lo tengamos mucho mejor antes del 20 de
diciembre. Todo seguirá igual mientras dejemos que ejerza el “imperativo
categórico. Pero, esos nuevos poderes
emergentes podrían darnos lo que la
aplicación de le ley no nos da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario