Juan ha
seguido llamándome desde entonces y está surgiendo una amistad entre Ensa, él y
yo. Han encontrado una casa en un pueblo cercano, pero siguen lamentando no
haber llegado a un acuerdo para adquirir la casa que querían y que yo sigo queriendo.
No te cuento
una simple anécdota. Basta un detalle; en plena mudanza, Ensa encontró los periódicos
que leía su abuelo en 1944 y 1945 y pensó que podrían interesarme. Cuando
respondí afirmativamente, los empaquetó con mimo y me los envió. ¿Conoces a
mucha gente capaz de hacer tal esfuerzo cuando tenía que confrontar los
nubarrones de una mudanza?
Aún no nos
conocemos, pero me han invitado y voy a ir, y ellos van a venir a Villaviciosa.
Compartimos sueños.
También hoy
he recibido un mail de Noelia, la hija de Simón, del bar Simón de Medina
Sidonia. No todo ha salido como esperado en Medina Sidonia, pero Noelia y Simón
siguen manifestándome su amistad.
Mira bien;
seguro que encuentras cosas bonitas tras los nubarrones.
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