El trumpismo
El populismo no es nuevo; fue denunciado
por Sócrates y es sustentado por la retórica. El caso Trump y el auge de la ultraderecha europea inquietan.
El espectáculo
que se ha montado no es para menos: Marine Lepen, Putin, confrontaciones con
CIA, con una parte importante de las “artes”, de la media, de la ciencia… y de
la norma. Trump ha sido investido.
La extrema
derecha europea, Putin y otros se regodean, China enseña los dientes y las
facturas. Sale a relucir el armamento…
Cada cual
que lo lea como quiera, pero todo el mundo sabe el peso del gasto armamentista.
Habrá más guerras, dijo Revilla, puesto que hay que usar las fabricadas y
complacer a las empresas y a l@s trabajador@s de las mismas.
Lo han
logrado otros presidentes populistas, como han sido Reagan y Bush Jr. , por dar
un par de ejemplos. ¿Por qué no lo lograría Trump?
Si así
ocurriera, se producirían cambios que afectarían a muchas cosas que impactarían
gravemente en nuestros Derechos y en nuestra cotidianidad. Pero el impacto que
sufriría el modelo económico sería mayor, ¿Cómo regresar al Mercantilismo cuando nuestras empresas necesitan expandirse?
¿Cómo se resolverán las cuentas con China?
Trump tendrá
mucho que negociar, empezando con los detractores de su propio partido, de la
Institución, de la “academia”…
Después
estamos nosotr@s, que siquiera hemos hecho sombra a Davos, pero que nos
sentimos implicad@s. Trump no es un simple populista; es un fumigador de
principios y de Derechos. Empieza a haber movilizaciones.
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