Las tentaciones
Si la
Iglesia y el Antiguo Testamento me inspiran horror, aprecio el personaje de
Cristo, el que la Iglesia no nos deja interpretar.
Ayer Mr.
Hyde se alió con el diablo para someterme a tortura similar a la que describe
Mateo:1-11.
Se
apropiaron de mi ordenador. Tenía que cargar con él en búsqueda de un técnico
que pudiera repararlo. En la administración de Apartamentos Concorde solamente
podían ayudarme indicándome uno que tiene su taller a unos diez minutos a pie.
Hacía calor y Julen cuando voy cargado tire con más saña. Me siento demasiado
viejo para tanto esfuerzo. Estaba cerrado. Necesitaba encontrar otro. La
tranquilidad invernal de Playa de San Juan se pasó al enemigo.
Bueno,
en la rabia que tengo dentro de las tripas, porque me encontré ciudadanas de
otros territorios del Planeta, que viejas como yo, han encontrado su tierra de
adopción en los entornos.
Comprendían
pero no compartían mi agobio:
_Casi
todos los apartamentos de los edificios que nos rodean están a tome en verano, esto
antes eran huertas: se ha construido una ciudad para el verano…
Aprovecho
para recodar los recortes y que si no se crea tejido industrial alternativo
estamos condenados a sufrirlos.
No es
que mis interlocutoras pasaran del tema; fueron muy amables y trataron de
ayudarme en recuperar mi herramienta. Lo que pasaba es que ellas estaban
tratando de arreglar sus mundos.
Con las
múltiples y amables ayudas para encontrar un técnico, di varias vueltas en el
trayecto Concorde La Fontana. No era consciente, simplemente emprendía el
camino que se me indicaba y carezco del mínimo sentido de orientación y era el “eterno
regreso” al técnico cerrado, casualmente ayer.
El
calor, el ordenador y los tirones del Julen podían con””migo.
Eché los
diablos del cuerpo con todos los tacos que conozco y son muchos. Recuerda que
me llamaban “cascarrabias”
Se
resistieron lo suyo y no se recataron en hacerse oír y en ofender.
La calma
con la que se me respondió tenía más empatía que indicios de sentir ofensa. Mi
rabia por fallarte se fundió en la calma.
Fue
entonces cuando me encontré frente a la agencia de viajes Zafiro Tours. Pensé
en sacar mi billete de vuelta, programado para el próximo 10. Felizmente que
tomé la decisión: conocí a Belén: me
consiguió una buena plaza, con sitio para colocar la bolsa en que tiene que
viajar Julen, pese a que casi todas las plazas estaban vendidas, y algo más. Me
consiguió un técnico que ayer mismo se metió en mi ordenador y ha sacado los
diablos de los que estaba preñada mi herramienta.
¿Hay
algo más bonito que poder estar en mi cita contigo aunque sea con un día de
retraso?
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