Nuestra cita cotidiana

Hoy dejo pendiente la respuesta a los planteamientos del comentario de Iris, por falta de tiempo. Tengo que ir al banco y acabar el artículo del que te ofrezco un borrador. Tiene que ver con el debate iniciado: organización de la agenda para optimizar los resultados. Considero que mi prioridad es el artículo, puesto que se está encendiendo la mecha y hay que convencer a l@s recalcitantes.

El “milagro” español

Cierto que cuando se firmó el Tratado de Maastricht  éramos un Estado de “Club Med“; para vacaciones, que España lo tenía muy crudo y que en 2004 se nos puso en el cuadro de honor. También es cierto que nunca hemos alcanzado un PIB  per cápita digno de los Estados de nuestro entorno.

Cifras de la España de  la bonanza:

1997: 93,3

2008: 103,9

Cifras de los Estados de nuestro entorno:

UE 15

1997: 115,5

2008:110,8

Puedes ver  más resultados oficiales  en “Tabla I”: http://journals.openedition.org/ccec/3212

Lo mismo podemos decir en las inversiones públicas en materia social, educativa, investigación y desarrollo (I+D) veamos el último en proporción al PIB, datos del Banco Mundial: https://datos.bancomundial.org/indicador/GB.XPD.RSDV.GD.ZS

España:

1996    : 0,79

2015…..1,22

Alemania:

1996       2,13

2015      2,88

Austria

1996       1,59

20015    3,07

Bélgica

1996:    1,73

2015:     2,46

Dinamarca

1996:         1,80

2915        3,01

Eslovenia:

1996…..1,27

20015    2,21

Finlandia

1996:       2,45

2015       2,90

Francia

1996:      2,21

2015     2,23

Con respecto al gasto social, puedes constatar resultados similares: https://magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/como-ha-evolucionado-el-gasto-social-en-europa-y-en-espana-durante-los-ultimos-anos

El milagro español se produce entre 1998 y finales de 2007, a partir de entonces dejamos el cuadro de honor y empezamos a ser PIGS; los Estados que dan problemas: Portugal, Italia, Grecia España. De los cerdos se pueden hacer jamones, un consuelo.

Qué pasó:

Nuestra entrada en el Euro abrió la veda a la especulación por una estabilidad monetaria, frente a una peseta con devaluaciones frecuentes, unas tasas de interés impuestas por el BCE, muy bajas y a veces, superiores a la infracción. Endeudarse era rentable y aprovecharon, tanto el Estado, como la industria, como los particulares. Cuando llegó la crisis de Leman Brothers teníamos todas las cartas para perder la batalla; el milagro era especulativo y proveniente del saldo de un patrimonio nacional, ahora, en manos de los especuladores y de la deslocalización.