Es una
leyenda con bases sólidas. Es muy creíble que hubiera gaditanas que reciclaran
el plomo de las bombas que les tiraron los invasores franceses durante largos
años. También es cierto que Cádiz fue el único territorio español que resistió
a la invasión napoleónica y que, además fue cuna de la “Pepa” una excelente
réplica española al proyecto para España de Napoleón Bonaparte.
Pragmatismo
sentido del humor, eficacia y avance hacia un nuevo régimen. Recordemos que el
rey impuesto por la dinastía Bonaparte era José I y la “Pepa” es la primera
Constitución española. No solamente rompe con el invasor, sino con el antiguo régimen
español que nos consideraba como “súbditos.
Todo eso es
verdad, pero, en el imaginario se ha quedado incrustada la imagen de Lola la
piconera, que es fanfarrona, que transforma a los gaditanos en cigarras,
porque, los gaditanos, pese a las excelencias que he mencionado, perdieron la
batalla, Así, desde entonces, el poderío de la ciudad ha disminuida y ahora
encabeza el número de parados.
¿De qué
sirve que las gaditanas se hagan moños con las metrallas si estos encantos no
generan puestos de trabajo? N o es culpa de Cádiz o de los gaditanos; es culpa
de la Piconera, cuya imagen se ha apropiado del riquísimo potencial que tienen
Cádiz y las gaditanas y gaditanos que no admite sino el pleno empleo. ¡Qué
distinto sería todo si la Pepa hubiera sobrevivido! No cometamos de nuevo el error
de permitir que nos quiten esos pasos que pueden cambiar la historia, no
caigamos en el cuento de la cigarra.
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