La patrie est
en danger
En los 90s
se organizó, con éxito, la reclamación de la presencia ciudadana en las tomas
de decisiones que afectan nuestra cotidianidad. Cumbre tras cumbre, los “magnates”
participantes han tenido que soportar la reivindicación y las molestias. No podremos hacerlo en esta
Cumbre del clima de París ( COP 21), cuando los resultados obtenidos por las
cumbres precedentes no han sido capaces de calmar la cólera del planeta y los
efectos de las amenazas son cada vez más palpables. ¿Razón?: la protección de
los franceses contra los ataques terroristas. La patrie est en danger.
Los que
defendemos al planeta y la presencia de los ciudadanos en las tomas de
decisiones que nos afectan estamos perdiendo una batalla más, no la guerra,
espero. El COP 21, se librará de los incomodos protestones por la aplicación
del estado de emergencia, que permite el registro de locales, la detención o el
arresto domiciliario de ciudadanos, sin mandato judicial alguno. Los motivos no
son exclusivamente la lucha contra la amenaza terrorista, somos una amenaza, así mismo los defensores del
planeta o del control ciudadano en las tomas de decisiones de unos mandatarios
que nos arrastran al abismo.
Los
defensores de los activistas en defensa del planeta afectados explican bien la
última afirmación en su “Carta abierta a Manuel Valls: “El 25 de noviembre,
poco después de los atentados, su gobierno ha dado un paso más y ha impuesto
arresto domiciliario a militantes en la defensa del medio ambiente y de
derechos ciudadanos”
Antes de que
se produjeran los atentados de París ya diferentes gobiernos franceses han
desenterrado leyes para castigar a estos perfiles de militantes, que aunque
sean pacifistas, están condenados por la etiqueta “antisistema”. Por poner un
ejemplo, que hay muchos, el 29 de enero de 2011, siete militantes de Ganva,
antinucleares pacifista, fueron condenados a un mes de prisión y a pagar una
multa de 1000 euros, cada uno, por “obstrucción” al tráfico”. Hay muchos
ejemplos en la UE y en otros lares y un buen ejemplar es nuestra Ley Mordaza,
De hecho, la
Unión Europea ha puesto en marcha el proyecto GODIAC (Buenas prácticas de
diálogo y comunicación como estrategias para controlar las manifestaciones en
Europa), desde principios del milenio, en respuesta a la cada vez más creciente
presencia ciudadana que reclama su presencia ante las cumbres.
Nadie
controla a los mandatarios, así, recientemente, el presidente Hollande, mostró
su satisfacción ante la propuesta de China, de iniciar el descenso de sus
emisiones contaminantes a partir de 2030.
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