Carta a los candidatos que aspiran a
representarme
Os veo, os
escucho, intento comprenderos…, pero no veo, realmente, respuestas a la que nos
está cayendo y a la que amenaza caer. No estamos donde estamos por casualidad;
la mala gestión de quienes han ostentado nuestra representación, nos ha
arrastrado a este abismo. Necesitamos coger al toro por los cuernos ya y esta
campaña no lo está haciendo.
No me
parecen tiempos para frivolizar y lo estáis haciendo, todos, en demasía. No
habría razón para reproche si el abuso no estuviera tomando el espacio que
requieren las respuestas a las amenazas que nos impactan. La “gran pantalla” está
copada por la de la Yihad y lógicamente,
os expresáis sobre la nueva “cruzada” en respuesta de los atentados que ha
sufrido París, convocada por Hollande. Os habéis expresado en pro y en contra y
entre los primeros algunos reconocéis que las “cruzados” anteriores nos han
llevado donde estamos: en efecto, las intervenciones en Afganistán, en Irak, en
Libia o más recientemente en Mali, han destruido Estados que aún no han sido
reconstruidos; un buen caldo de cultivo para el terrorismo islámico. No
comprendo a los candidatos que se alían a la cruzada, pese a reconocer lo
expuesto. Por desgracia no entiendo muy bien a los candidatos que se
manifiestan, como yo, contra la cruzada, no veo un proyecto de gestión de la
amenaza. Sí hay recetas, que sobrepasan sus competencias. ¿Cómo lo harían para
protegernos? No basta con estar fuera de la Cruzada, tenemos bases desde la que
esta opera y fuera de ella estamos más desprotegidos.
Creo que el
tema requiere mucho debate, porque, en efecto, de aquellos polvos vienen estos
lodos, porque las cruzadas son un negocio y porque también lo es el
mantenimiento de Estados fantoche que permitan los atropellos que cometen las
empresas “occidentales”, un buen ejemplo es la ocupación del norte de Mali, que
mencioné en mi artículo “Civilización/Barbarie”, publicado en este mismo medio.
Tenemos que atajar el mal de raíz si no queremos que siga creciendo y eso tiene
un costo. De eso es de lo que tenemos que hablar.
Lo mismo
ocurre con otros temas, como es el caso de Cataluña; los partidarios de la
“cruzada” lo son de la indivisibilidad del Estado español y contra la
celebración de un referéndum que pregunte a los catalanes si quieren o no independizarse.
Hay candidatos que defienden este derecho, pero todos ellos se alinean en el
mantenimiento de la unidad. Claro que el tema requiere un profundo debate. Hay
muchas cosas que van mal en la implementación del modelo de España, como
explicaba en mi artículo, publicado en este mismo medio “La España Invertebrada”.
De aquellos polvos, vienen, también estos lodos.
Hay más, hay
mucho más que los candidatos deberían tratar en sus campañas. No estamos en
tiempos de chanzas y como ya he indicado, veo a todos muy dados al folklore y
sin tiempo para plantear una gestión que limpie los lodos y los polvos. .
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