Podíamos intentar una
antología. Relatos en menos de 250 palabras. Tema: “No tiene que ser lo que hay”.
Los autor@s decidiremos, por votación, los relatos que formarán parte de la
edición. Es una forma de crear una marca y de unir autor@s, lector@s y tod@s
l@s implicados en la escritura. Escribí ayer el relato. Te lo ofrezco como
ejemplo. Espero debate.
¿Por qué soy afilador?
Llámame Marco. No es mi nombre. Sé dónde y cómo está mi
madre y ésta nunca me ha abandonado. Se busca la vida. Me gustaría que lo
tuviera más fácil, pero bueno, siempre me echa una mano.
Sueño con aquél niño feliz que imagino. Nací en una carreta.
Costumbres de gitanos. En los bloques en los que nos han
metido somos asilados y así nos lo hacen sentir. Me dolió de niño. Aún ahora
tengo la nostalgia de un sueño que no logro dar forma. Se mezcla con cohetes,
priva y porro. El trapicheo me da muy justo.
Me gusta escribir. Viki, la que intentó ocuparse de mi docencia, me ayudó a apañarme y me anima
cada vez que nos encontramos.
Lleva nuestra cruz
sobre sus espaldas. ¿Qué puede hacer contra
un programa que margina a los marginados?
Viki es paya, pero también sueña con carretas.
-
¿Por qué no te haces afilador?- pregunta.
Rompe mi silencio.
- Te compro las
herramientas y ya me tienes como clienta. Te daré una lista pronto.
- Yo quiero escribir la historia que empecé contigo- Me ha parecido que alguien me daba
voz.
- Serás el afilador…
Llámame Marco. Te contaré mi viaje.
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