Hoy he aprendido mucho de dos
mujeres venezolanas: Mariana e Iris. La primera estaba aquí y ha sabido pilotar
mi naufragio. La segunda está en Táchira y desde allí ha resistido los
cañonazos.
Te la cuento en mensaje de twitter: llamada negativa
alarma error tecnológico respuesta interpretación neurasténica paciencia de
ambas.
Ahora la historia:
A primera hora de la mañana he tenido una llamada muy
desagradable. Quería comunicarlo a Iris sin incomodarla en sus tareas. He visto
que estaba atareada en twitter. Interpretaba que si usaba la opción “twtter
Iris” que se encuentra en su muro, enviaba un mensaje privado. A veces he
tratado de utilizar la opción “enviar mensaje a” y la he encontrado más
complicada. Bueno, para mí, era una verdad clara y distinta. En mi mensaje
pedía a Iris que no lo metiera en Twitter, porque en otras ocasiones ha pasado.
No me gustaba que lo hiciera, y me callaba. Insisto en que yo estaba convencido
que mi opción era mensaje privado. Error técnico, pero “twitter a” tiene
significación de privacidad. Nadie me ha enseñado a manejar twitter, voy
aprendiendo muy poco a poco.
Estaba furioso con Iris hasta que Pierre me ha mostrado
que he sido yo quien ha publicado el mensaje y me ha enseñado a borrarlo.
Mariana
e Iris, a kilómetros, han sosegado la tormenta. Es cierto que Pierre ha sido
quien me ha mostrado mi error. La borrasca era terrible, ha durado horas: las dos
mujeres, unidas en la distancia, cada una a su manera, han salvado la barca y
el pescado.
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