jueves, 24 de octubre de 2019

Nuestra cita cotidiana


El 24 de octubre de 2002 fue apuñalado en la cárcel de Topas (Salamanca) José Antonio Rodríguez Vega. Condenado a cientos de años por la acusación de series de violaciones y asesinatos y robos a viejas que esperaban salir de su soledad.
Sedujo a las denunciantes, y pese a que las difuntas estaban presentes en el hogar del acusado, por objetos que las  representaban, éste sostenía que había tratado de hacer que esas ancianas se sintieran menos solas, el óbito se habría producido por causas naturales; no había pruebas de que no era el caso.
“La Vanguardia pone voz a la acusación: “El Mataviejas .”Todos los hombres han sentido alguna vez  el deseo de violar a su madre””: https://www.lavanguardia.com/sucesos/20180914/451770163937/mataviejas-asesino-ancianas-en-serie-jose-antonio-rodriguez-vega-las-caras-del-mal.html
_    El del ‘Mataviejas’ es uno de los casos que más impactaron en nuestra sociedad debido principalmente a las víctimas que eligió: ancianas. ¿Matar a una persona mayor para después robarle? A la mayoría de nosotros nos parecen incomprensibles esta clase actos. ¿Qué tipo de persona es capaz de asesinar a mujeres de la tercera edad en el interior de sus casas y después campar a sus anchas?
Lo que me llama la atención del caso es que se celebren con tanta pompa sus aniversarios: “Treinta años del fin del mataviejas”: https://www.eldiariomontanes.es/cantabria/treinta-anos-mataviejas-20180519221851-ntvo.html
Y sobre todo, el que no se dé la importancia que se debiera a la ejecución “sumarísima” del acusado:
_    Aquella noche del año 2002, el 'mataviejas' durmió pared con pared con sus asesinos, Enrique del Valle González, conocido como 'el zanahorio', y Daniel Rodríguez Obelleiro, dos reclusos condenados sólo por robos y lesiones pero con un pedigrí carcelario excepcional, que les otorgaba el título de presos de especial seguimiento. Le asesinaron porque «deshonraba el patíbulo», pero como ya no hay patíbulo, afortunadamente, deshonraba la celda. Es la ley de la cárcel, donde los parricidas y los violadores están mal vistos en las penitenciarías, sobre todo si se han especializado en niños y en viejas. Le aplicaron su sumarísima ley. Un excompañero de presidio que compartió cinco años en la cárcel de Ocaña con Rodríguez Vega, dijo que le mataron también por «chivato».
“El País” plantea esta muerte: “El oscuro crimen del asesino de ancianas”: https://elpais.com/diario/2002/10/27/espana/1035669610_850215.html
_    La muerte de José Antonio Rodríguez Vega en la cárcel salmantina de Topas suena demasiado a un relato sobre la venganza del preso común contra los violadores. Pero el director de la prisión, José Ignacio Bermúdez, ha detectado varias deficiencias en ese guión. Y a su vez, varios responsables sindicales del centro denuncian graves errores en la actuación de la dirección. Algunos funcionarios creen que la muerte pudo haberse evitado.
Gracias a l@s1075 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti

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