domingo, 27 de octubre de 2019

Nuestra Cita Cotidiana




El 27 de octubre de  1834 tuvo lugar la batalla de Alegría. “El País del 5 de septiembre de 2004, evoca aún este hecho bélico: “La batalla de Alegría”: https://elpais.com/diario/2004/09/05/paisvasco/1094413202_850215.html

Por cuarto año consecutivo la localidad alavesa de Alegría Dulantzi conmemoró ayer una batalla que tuvo lugar en 1834, en la que se enfrentaron ferozmente carlistas y liberales. La celebración está concebida como un canto de paz y de concordia y la componen desfiles (en la imagen, la tropa carlista), actividades, coplas, un mercado de época y la representación teatral de la contienda.
Si te interesa el tema, Fernando Sánchez Aranaz, te ofrece, en 2014, una  explicación más completa: https://nabarralde.eus/la-batalla-de-alegria-180-anos-despues/
El día 29 de septiembre de 1833, a las tres menos cuarto de la tarde, moría el rey de España Fernando VII. Ese hecho fue el detonante para el violento estallido de un conflicto, larvado desde hacía tiempo, que acaso todavía hoy no se haya resuelto, cuyo pistoletazo de salida fue el nombramiento como reina de Isabel, una niña de tres años de edad, por parte de la camarilla de ideología liberal que rodeaba a la viuda del rey, su sobrina María Cristina de las Dos Sicilias.

Los orígenes del carlismo son variados y complejos. No se pueden reducir a una cuestión dinástica. Años después de los acontecimientos que vamos a reseñar, en 1873, en el contexto de la tercera sublevación carlista, Manuel Loidi, más conocido como el Cura Santa Cruz, dejo dicho, “yo no he luchado ni por Pedro ni por Sancho, sino contra los políticos de España y por la libertad de mi amada Euskal Herria”. Eso, en aquellos tiempos, significaba fundamentalmente el mantenimiento de los Fueros y la eliminación de las políticas desamortizadoras, que privatizaban las fincas comunales y eclesiásticas, a las que los campesinos, entonces el 80% de la población, tenían acceso para su labranza a un coste asequible. Paralelamente se veía con preocupación el deterioro que el liberalismo significaba para la vida tradicional de los vascos, en la cual se inscribía tanto el autogobierno, como la práctica de la religión católica y el uso de la lengua vasca, cuyo declive en aquellos momentos era constatable, debido, entre otros motivos, a los deliberados ataques recibidos por parte del gobierno central
Sin compartir la ideología del carlismo, hay una serie de críticas a los cristinos  que expresa, de alguna manera “Nueva Tribuna con respecto a la reina regente: : “El lado obscuro de María Cristina de Borbón Dos Silias”: https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura---ocio/lado-oscuro-reina-maria-cristina-borbon-sicilias/20141103110417108836.html?src=lmvn
El 28 de diciembre de 1833, a los tres meses de quedarse viuda contrajo matrimonio morganático en secreto con un sargento de su Guardia de Corps, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez

Destaca el gobierno de Juan Álvarez de Mendizábal, que desarrolló su conocida desamortización de bienes religiosos y de algunos nobles, con la finalidad de conseguir el saneamiento de las arcas de la Hacienda, que se encontraban en una malísima situación. Estos bienes desamortizados fueron vendidos en subasta, por lo que se favoreció la creación de un nuevo grupo de terratenientes, que marcarían el posterior desarrollo político.
Cierto que el carlismo era la ideología más ultra “Dios, Patria y Rey”, pero supo atraerse a l@s ciudadan@s que habían sido despojados de los terrenos comunales que Mendizabal privatizó o a l@s que  sufrieron recortes de unos fueros que les daban de comer, a parte de la dignidad. En la regencia de María Cristina de Borbón se necesitaban recursos para dotar dignamente a los reales hijos  que nacían como hongos.
La amante madre y el amante padre se metieron en negocios y activaron la especulación y desastres bursátiles.

  
Gracias a l@s 1086 que acudisteis a la cita de ayer
Gracias a Iris
Gracias a ti



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