El 3 de febrero de 1981, Juan Arias publicó
este artículo: “La URSS afirma que la CIA estuvo detrás del asesinato del líder italiano
Aldo Moro”
https://elpais.com/diario/1981/02/03/internacional/350002805_850215.html
Debes pinchar. Para animarte, copio:
El
discurso que hoy por la mañana pronunciará en el Parlamento, ante las dos
Cámaras reunidas conjuntamente el presidente del Gobierno, Arnaldo Forlani,
sobre las conexiones internacionales del terrorismo italiano, se ha visto
condicionado en las últimas horas por dos noticias recogidas con gran relieve
por toda la Prensa del país: la acusación de la agencia soviética Tass a
Estados Unidos, según la cual fue la CIA quien asesinó a Aldo Moro, y las
afirmaciones de fuentes argelinas que aseguran que terroristas italianos y de
ETA se adiestran en Libia.
Debes pinchar. Para animarte, copio:
Ese debió ser el pensamiento de Henry Kissinger, quien con anterioridad había amenazado al
protagonista de los hechos, harto de su obcecación en la alianza con los
comunistas. Tras conocerse el suceso los Estados Unidos de América movieron
ficha y mandaron a un hombre para asesorar en tan difícil situación, en primer
lugar para controlarla y en segundo para determinar el curso de las acciones,
pues la Democracia Cristiana no tenía nada preparado para una eventualidad
similar. Steve Pieczenick, un siquiatra del departamento de Estado, fue el
elegido y según sus propias palabras urdió un plan macabro para
sondear a la opinión pública, traumatizada por el lance.
Debes pinchar. Para animarte, copio:
Kissinger será
la primera de una serie de «personalidades de alto nivel internacional» que
interrogará la comisión. Algunas de las hipótesis barajadas en artículos y
libros hablan de la presión de la Administración del entonces presidente Carter
y de la CIA para que las Brigadas Rojas asesinaran a Moro por promover el
compromiso histórico con el Partido Comunista.
Debes
pinchar. Para animarte, copio:
La “estabilidad” resultó confirmada al ser asesinado
Moro. Con ello se desvaneció la convergencia DC-PCI, hasta que el escándalo de
la corrupción —la tangentópolis— provocó la crisis de régimen. La salvó para la
derecha Silvio Berlusconi, “aprendiz” en la P2. Antes un juez había forzado en
1990 el descubrimiento del eslabón que faltaba: una estructura paralela,
supervisora de los servicios de Seguridad italianos, la red Gladio, actuante en Italia y dirigida desde Washington, como
instrumento de la OTAN. Cossiga, gladiador confeso, dio con el diagnóstico
adecuado: Italia vivía en situación de “soberanía limitada”. Y según probó la
tragedia de Moro, bajo esa dependencia el terror y la razón de Estado podían
borrar sin obstáculos la democracia. Cuarenta años después, tras la videocracia
de Berlusconi y la herencia perdida de Berlinguer, nada se ha resuelto: la
izquierda se autodestruye y triunfa una derecha antisistema.
Gracias a l@s 1203 que acusisteis a la cita de ayer
Fracias a Iris
Gracias a ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario