Tomelloso, Cervantes y Shakespeare
Tomelloso muestra una salida a la
crisis de la UE. ¿Hay mejor conmemoración del IV centenario de Cervantes?
Este IV
centenario de las muertes de “los más grandes” me ha hecho reflexionar y no
porque me sintiera picado, como los que lamentan que las celebraciones en el
Reino Unido dejan en agua de borrajas las españolas. La causa ha sido
Tomelloso.
Reconozco
que nunca he podido leer el “Quijote”; el abuso de este libro como fuente de
textos para dictados y para castigos, en aquellos tiempos en que era dogma “la
letra con sangre entra” me ha dejado huella. Después Pierre Burdieu me hizo ver
la sociología que surge de la bipolaridad de los discursos del hidalgo y de su
escudero. Me sentí interesado, pero los malos recuerdos de mi infancia moldean mis apetencias de lectura; me gusta el
“Quijote” que me ofrece Le métier du
sociologue y me quedo paralizado en la lectura de la primera frase: “En un
lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”, que se me ha quedado
clavada en las entrañas, a base de dictados, castigos, caligrafía y golpes.
Con esta aclaración es comprensible
que me fijara en Tomelloso; un municipio muy pragmático que ha sabido
evolucionar y mejorar sus “valores” y que goza de buena renta per cápita .Para
conseguirlo se alejó del monocultivo de
la vid por la diversificación de productos de calidad agrícolas y ganaderos, y
ha expandido la actividad en los sectores de industria y servicios. Todo el
proceso ha seguido un pragmatismo: Ahora los productos de Tomelloso se procesan
allí y crean empleos en los sectores secundario y terciario. Hay un sello
Tomelloso y el municipio tiene demanda.
El territorio supo aguantar bien la
primera parte de la crisis que sufrimos, aunque el quijotismo empujó a meterse
en la trampa de la “burbuja inmobiliaria” y esta flaqueza tuvo un precio, el
municipio aguantó el temporal hasta 2010, pero, a partir del impacto de la
austeridad, quedó tan maltrecho que el informe del Centro Superior de
Investigaciones Científicas (CESIC)
considera que en el periodo 2010/2013, el municipio figura entre los diez españoles que más
afiliados a la Seguridad social han perdido.
En los
tiempos en que tuve la suerte de tener a Bourdieu como profesor aprendí que una
imagen vale más que mil discursos. Tomelloso ha hecho mi imagen de Don Quijote de la Mancha, en la lectura de
Bourdieu.
El problema no es el proyecto de
Tomelloso, sí lo es el austericidio. Es una lectura del Quijote, que debería
hacernos pensar en la precampaña de las Generales. El binomio Don Quijote
Sancho funciona pese a todo; el actual
gobierno municipal está minimizando los efectos de los recortes y tratando de
mejorar el proyecto, muy acertado, a mi manera de ver, de desarrollo de
Tomelloso.
No creo que la conmemoración del IV
centenario sea más impactante en el Reino Unido que en España. El proyecto de
desarrollo de Tomelloso es mucho más
útil para que los votantes europeos vean que hay salida a la crisis de la UE,
como lo mostró Bové y lo muestra ahora Tomelloso. ¿Hay una forma mejor de
conmemorar el IV centenario de Cervantes?
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