A la calle que ya es hora…
Carta a los
ciudadanos que nos sentimos tan irritados como lo estábamos aquel 15 M.
.
Lo primero que me evocó el 15 M de hace un lustro es
la canción del mismo título de Paco Ibáñez Pincha aquí si quieres verla
https://www.youtube.com/watch?v=QPTKep_zQDs
y aquellos maravillosos 60s. Yo no estuve en la actuación en el Olimpia, me hubiera gustado, pero…, no
impide que muchos comulguemos y seguimos haciéndolo, en esa fiesta. Aquí
estamos, aunque no coincidimos en el Olimpia y ahora yo esté en Medina Sidonia,
estamos.
Después me ha venido a la mente que cada vez que he
vivido movidas guapas: en los 60s, en los noventas, el 15 M, los partidos del
orden han ganado terreno por el miedo
que inyectan. Es un viejo instrumento y lo ilustra bien “La Grande Peur” que
mantuvo un poder real desacreditado y corrupto frente a una nobleza insurgente
y a un campesinado que está indignado.Picha aquí si te interesa
Como
anécdota te diré que la Revolución francesa produjo el I Imperio y que la “Commune
”, llevó al III y éste a la V República.
¡Ay los miedos!
No quiero
transmitir pesimismo, no. Solamente afirmo que tenemos que desactivar el impacto del miedo. A la calle que ya es
hora de que las demandas del 15 M estén en los programas de las Generales y
para que estén incluidas en la gestión de lo que nos toca vivir. No nos
engañemos, el miedo nos llega por causas supuestas. La Justicia no sabe o no
puede pronunciarse sobre graves acusaciones que pesan sobre partidos que
participan en las elecciones.
Tenemos que
salir a la calle para pedir que se nos informe sin bulos y para que la Justicia
se pronuncie con celeridad. Hay procedimientos que llevan años y afectan a los
partidos del “Poder”. Que yo sepa no se ha iniciado proceso alguno referente a
las gravísimas acusaciones vertidas contra otros partidos, sobre todo los
emergentes.
Tenemos que
salir a la calle para exigir nuestro derecho a estar bien informados, La
justicia es un instrumento del Estado que debe garantizar ese derecho. No puede
permitir que votemos manipulados, tiene que pronunciarse sobre los
procedimientos que se eternizan y también sobre las graves acusaciones que
alimentan los miedos. ¿Hay o no causas? Si las ha, ¿cuáles son los argumentos?
Todo está
disparatado y nos parece normal lo que hay. No lo es. Los ciudadanos y las
ciudadanas tenemos derecho a saber a quién votamos. Es un principio básico de
la democracia. No se aplica. Podemos reivindicar que se aplique. No es un mero
sueño, si salimos a la calle lo conseguiremos.
Mi mensaje
es optimista, pese a la que nos toca vivir. Cuando consigamos destruir miedos
habrá democracia y el Estado tiene instrumentos para eliminarlos. Los ejemplos
citados, entre otros muchos que cualquiera puede citar muestran que no los
utiliza, nos deja embarrados en el miedo. Seguimos indignados, pero aquí
estamos. Algo haremos.
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