El
3 de agosto de 2014 los campesinos colombianos presentaron una interesante
ponencia. El Instituto de estudios para el desarrollo y la paz lo cuenta muy
bien: “PONENCIA DE CAMPESINOS EN EL FORO DE VÍCTIMAS CALI 3 DE AGOSTO DE 2014”: http://www.indepaz.org.co/ponencia-de-campesinos-en-el-foro-de-victimas-cali-3-de-agosto-de-2014/
La Cumbre Agraria: Campesina, Étnica
y Popular considera que el reconocimiento de las víctimas debe ser un paso
necesario para avanzar en la construcción de una paz estable y duradera, con
justicia social que promueva a largo plazo la reconciliación y la superación de
las causas que han originado el conflicto político, social, económico y armado,
pues sólo a partir de allí es posible pensar en la construcción de un país más
democrático e incluyente. Los sectores sociales que integramos la Cumbre hemo
sido víctimas sistemáticamente por el hecho de tener una apuesta de país más
democrático y participativo, acorde a la vida de los pueblos y comunidades de
la zonas rurales y urbanas, enfrentando el accionar militar y paramilitar en
diversas regiones del país, pese a que para el establecimiento desconoce la existencia
del accionar paramilitar, afirmando que estos grupos ya no representan un
riesgo para las comunidades en tanto ahora se caracterizan por ser «bandas
criminales» al servicio del narcotráfico, lo cual a todas luces se constituye
como un pretexto para ocultar la continuidad de estos grupos y la permanencia
de su poder político, económico y militar, estrategia apoyada por EEUU al sacar
de la lista de terroristas a los grupos paramilitares, principales promotores
de la persecución y el exterminio de las organizaciones agrarias, indígenas,
afrodescendientes y populares.
Durante el gobierno de Juan Manuel
Santos, se ha representado la continuidad del modelo económico neoliberal para
Colombia y el posicionamiento ineludible del modelo agro empresarial para el
campo colombiano, a lo que se suma el mantenimiento de la dinámica de represión
violenta en zonas urbanas y rurales. Santos desempeñó un papel central en el
marco de la implementación de la política de seguridad democrática en los
campos colombianos, que ha significado el despojo forzado de tierrasy
territorios; y la sistemática violación de los derechos humanos de las
comunidades rurales en general.
Las iniciativas legislativas que el
gobierno actual ha presentado hasta ahora frente al tema de tierras no
evidencian la intención real de reconocimiento real sobre los territorios, asi
como el restablecimiento de los derechos de despojados, sean campesinos,
indígenas o afro-descendientes, sino el propósito de resolver los problemas de
la irregularidad en la tenencia de la tierra, como condición para dar
continuidad a la profundización del modelo agro empresarial, en articulación
con la explotación minero-energética en Colombia y el desarrollo de las grandes
obras de infraestructura, presentadas como bandera de su plan de desarrollo,
así como superar algunas dificultades de ilegitimidad derivadas del despojo
violento de tierras ampliamente cuestionado a nivel internacional. Este estado
de cosas incluye el desconocimiento al derecho a la consulta previa y al derecho
a la decisión libre e informada por parte de las comunidades campesinas,
indígenas y afrodescendientes en la multitud de licenciamientos de los
territorios en que habitan.
Colombia también ha estado signada
por la prolongación de la guerra y el escalonamiento de la confrontación armada
por parte de las elites políticas y económicas tradicionales, como estrategia
de conservación del poder; contrario a ello los movimientos sociales en que nos
reconocemos parte reiteramos la exigencia de avanzar en el actual proceso de
paz entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional y desde la apertura de diálogos
con las insurgencias del ELN y el EPL en la superación de las causas
estructurales que dieron origen al conflicto social y armado Colombiano.
El 3 de agosto de 1936 los franquistas asaltaron El Rubio.
Félix J. Montero Gómez lo presenta muy bien en su libro: El
Rubio, 3 de agosto de 1936: consecuencias de la rebelión militar: http://multimedia.dipusevilla.es/rubio/6.-LibroCompletoER.pdf
Hace algo más de setenta y
tres años, en la mañana del lunes 3 de agosto de 1936, el pueblo de El Rubio
fue asaltado a mano armada por un grupo de militares sublevados desde dieciséis
días antes contra el Gobierno de España. En apenas cuatro horas, los
insurrectos y sus secuaces consumaron una primera matanza y provocaron tal
éxodo de la población que ésta quedó descoyuntada y sumida en el terror. Entre
víctimas directas y sus familiares más cercanos, los devastadores y
persistentes efectos de la rebelión militar en El Rubio alcanzarían de lleno a
no menos de un 20% de sus habitantes. Muchachos y viejos, cabezas de familia,
mujeres, sindicalistas, políticos y no políticos, gente pobre todos ellos,
fueron objeto de un escarmiento despiadado y sin misericordia; una venganza
programada y dirigida. Escarmiento y venganza por lo ocurrido a lo largo de los
cinco años precedentes, y en especial durante los quince días inmediatamente
anteriores. Este libro trata sobre las consecuencias de la rebelión militar en
El Rubio; es decir, sobre los asesinatos, detenciones, encarcelamientos y
persecuciones de sus gentes. En él se cuenta quiénes eran estas personas, dónde
vivían, en qué trabajaban, cómo se llamaban sus hijos y padres y sus esposas,
las edades que tenían, qué acusaciones les dirigieron. Se dice, en muchos
casos, quiénes las denunciaron, detuvieron e interrogaron; y se reproduce el
contenido de los informes dados por las autoridades, y de los interrogatorios y
declaraciones de las víctimas y los testigos. Estos datos han sido extraídos
fundamentalmente de los procedimientos judiciales tramitados por los militares
rebeldes y que durante más de setenta años han permanecido ocultos e inéditos
en el llamado Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo (ATMTS).
Habiéndome sido también de mucha utilidad para escribir este libro la
información obtenida de los archivos del Ayuntamiento de El Rubio y de la
Diputación Provincial de Sevilla; cuyas siglas, y las de los demás archivos que
se citan en sus páginas, son las siguientes:
Gracias a l@s 873 que acudisteis a la cita de ayer. Gracias
a Iris
Gracias a ti.
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