Ayer tuve
problemas para enviar el artículo por mi escaso acceso a Internet y la segunda
entrevista de la cita a “ciegas” se vio afectada: ella me esperaba a la una y yo necesitaba media
hora más, para lograr enviar el artículo y ducharme. Su agenda no lo permitía,
le venían los hijos a comer y piensan quedarse todo el puente… Cosas de
mayores, por mucho que nos aferremos a Peter Pan.
El artículo ya ha salido, por cierto, en ambos medios Pincha en "La casa de mi tía y
encabeza la columna de opinión de "Siglo XXI Mi auto
estima está a salvo.
También lo
de ayer me resultó positivo. Caminé hasta el fin del paseo de mi zona de playa
y llegué hasta la terraza del Barlovento, Paseo Marítimo, 30.Ernesto de Pablos
tiene un excelente equipo que ofrecía un menú que nos apetecía a Julen y a mí,
que nos trató tan bien que nos hizo olvidar el rechazo que sufren las mascotas.
Gracias, amigos, volveremos e invitaremos a la de la cita a ciegas, que desdeña
los restaurantes, por la espera que le resulta insoportable y porque no ofrecen
platos de “cuchara”. No es el caso en el Barlovento, este equipo tiene nervio y
el cliente no está sometido a la tortura de la espera y en la oferta hay para
todos los gustos, tomé de postre uno de nombre que no conocía. Sonaba
sofisticado y lo era…, pero tenía un gusto profundo, de raíces, de horizontes
que se pierden en el océano.
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