La hora de la verdad
Los resultados obtenidos en las generales presagian grandes
dificultades de pactos necesarios para constituir gobiernos estables; cierto, y temo que unas nuevas elecciones no pondrían
las cosas más fáciles, puesto que hay un gran número de ciudadanos que ha
votado programas que reclaman alternativas a asignaturas pendientes que
acumulamos desde los inicios del post franquismo y que ahora no queda otra que
confrontar: léase casos como el catalán, la corrupción o la indignación
ciudadana ante el ninguneo de los derechos sociales.
Todas las alianzas presumidas por los medios influyentes para formar una mayoría de gobierno, son inquietantes. Por una parte, los partidos
del poder tendrían mayoría suficiente para garantizar estabilidad y beneplácito de los poderosos. Por otra
parte se baraja la unión del PSOE con Podemos y otros partidos de izquierda o
de no tan izquierda, como serían los casos de Coalición Canaria y de PNV. Los
votos obtenidos por PP y Cs, pueden paralizar cualquier intento de reformas constitucionales, por ejemplo y
activaría la inestabilidad, puesto que hay cambios institucionales en la
negociación del consenso que permitiera mayoría de gobierno. Por si la
representación parlamentaria del PP y Cs no fuera suficiente, el partido del gobierno
tiene mayoría holgada en el Senado, para
paralizar cualquier intento.
..
Un gobierno
de una coalición PP- PSOE no parece el adecuado para gestionar el desafío
catalán, que, por cierto, es manifiesto en estos resultados. De la misma
manera, unos partidos acusados de corrupción, que no han cesado de perder votos
en las últimas elecciones, lo tendrían muy mal frente a una ciudadanía
indignada y a unos representantes que
suman un gran número de votos y que son mayoría en circunscripciones claves.
¿Qué podrían
hacer; declarar la guerra a Cataluña? A eso nos llevarían las proclamaciones,
en el tema, del PP y del PSOE- Nadie, en
su sano juicio, contempla este panorama. Por mucho que se empeñen los hacedores
de opinión. El único debate es el que plantee alternativas a las lacras que
hemos ignorado, sistemáticamente, en el postfranquismo. No nos engañemos, ha
llegado la hora de la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario