domingo, 29 de diciembre de 2019

Nuestra cita cotidiana


El 29 de diciembre de 1170, el arzobispo de Canterbury, Thomas Becket fue vilmente asesinado. La web de las Biografías  te ofrece un excelente resumen: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=becket-thomas
_             En 1154 falleció el rey inglés; su heredero, Enrique II, era apenas un joven impetuoso de 20 años de edad que rápidamente aceptó el consejo de Teobaldo de Canterbury y nombró a Becket como Canciller Mayor, el puesto de mayor importancia en el precario organigrama cortesano del reino. El paso del arcedianato de Canterbury a la cancillería del reino, además de a las habilidades mostradas por Becket, tuvo un importantísimo componente personal: el rey Enrique y su canciller simpatizaron enseguida, convirtiéndose la relación en una especie de protectorado de Becket a modo de hermano mayor del monarca, quince años más joven que el canciller. La relación entre ambos personajes ha sido objeto de numerosos estudios, destacándose la complementariedad de sus caracteres personales: la sabiduría, sagacidad y templanza de Becket habrían de ser el bálsamo con que el impetuoso y carismático rey adobase sus pretensiones absolutistas dentro de una época caracterizada por la rebeldía de algunos barones feudales ingleses. En los buenos tiempos, el rey y el canciller compartían muchas horas de trabajo y de consejo, a pesar de que también era habitual que las jornadas se viesen salpicadas por algunos encontronazos como, por ejemplo, la oposición de Becket a la solicitud efectuada por Enrique II al papa para que María, abadesa de Romsey, pudiese contraer matrimonio con Mateo de Bolonia, un enlace beneficioso en términos políticos pero que chocaba con la escrupulosidad que Becket pretendía ya imponer en el clero británico. Sin embargo, estos enfrentamientos no eran obstáculo para que el prelado antepusiese su fidelidad a la monarquía en caso necesario, como ocurrió cuando, a principios de 1158, Becket capitaneó las tropas militares inglesas que pelearon en el continente para que los rebeldes condes de Tolosa volviesen a prestar la fidelidad debida a Enrique II.
_       Después de lo afirmado hasta aquí, la carrera de Becket hubiera continuado por los derroteros cortesanos habituales de no mediar un hecho insólito: sus profundas convicciones personales de independencia y su total apoyo a la corriente reformista de la Iglesia que, tradicionalmente, se ha denominado como Reforma Gregoriana en atención a su máximo propulsor, __el papa Gregorio VII. Puede considerarse a Tomás Becket como el introductor de los postulados reformistas en Inglaterra, sobre todo la total independencia de las estructuras eclesiásticas nacionales con respecto a los deseos del rey. Naturalmente, esta cuestión fue la que acabó por enfrentar a los antiguos amigos, al monarca y al canciller, hasta el punto de deshacer su amistad y convertirles en enemigos con un trágico final. Pero esta situación de enfrentamiento no arredró a Becket, que continuó con el intento de aplicar la Reforma gregoriana a pesar de la voluntad contraria del rey.
_       El día de Navidad de 1170, Becket pronunció una homilía en la catedral de Canterbury en la que excomulgaba a Roger de York y a Gilbert Foliot, a la vez que mantenía la amenaza de excomunión sobre Enrique II. Cuando en la corte se tuvo conocimiento de este hecho, el monarca, delante de todos los cortesanos, prorrumpió en gravísimas amenazas contra Becket. El 29 de diciembre, cuando el arzobispo se preparaba para su misa diaria, cuatro hombres de armas del rey irrumpieron en el espacio sagrado y le asestaron diversos tajos con sus armas. Según recogió en su crónica Edward Grim, secretario y más fiel colaborador de Becket, sus últimas palabras fueron "acepto mi muerte en servicio de la Iglesia de Jesucristo".

“Librario íntimo” te ofrece otras informaciones en el arículo de Rubén Castillo Gallego “T Becket o el honor de Dios”: https://rubencastillo.blogspot.com/2016/01/becket-o-el-honor-de-dios.html
_             Dos hombres que fueron amigos durante su juventud y que se ven enfrentados por sus distintas maneras de entender el curso de la Historia y sus propias funciones. Uno desea erosionar los poderes plenipotenciarios de la Iglesia en su país; el otro, servir de modo coherente al Dios al que lo han consagrado sin su autorización (el rey lo nombró arzobispo de Canterbury pensando en que siempre podría contar con su fidelidad). El choque estaba garantizado.
NARKIVE  te ofrece un artículo de Azucena Palafox:


_             La obra trata de un conflicto eterno, permanente, endémico: las difíciles

relaciones de poder entre la Iglesia y el Estado; en este caso el Estado
está representado por el normando rey de Inglaterra Enrique II, y la Iglesia
por el sajón arzobispo de Canterbury Thomas Becket, después subido a los
altares.
_             Por otro lado, el conflicto planteado es sumamente interesante, con diálogos
chispeantes, inteligentes, de gran profundidad en ocasiones, y en otras
triviales y hasta cachondos. Véanse estos ejemplos, que no son, sin embargo,
los mejores:
Gracias a l@s 1833 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti

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