Las políticas
catalanas de Rajoy
El conflicto catalán
ha sido creado y alimentado por Rajoy ¿Se le ha ido de las manos o es un
instrumento de sus “políticas”?
El modelo territorial que padecemos tiene gancho en las
urnas, especialmente para el PP. No sería un disparate pensar que alguien viera
ganancias en que el PP votara en
contra, en flagrante minoría, al Estatut aprobado en el Parlament, el 30 de
septiembre de 2005.
También se puede aceptar que se considerara electoralmente
rentable el show que siguió: el 2 de noviembre los diputados del PP fueron los
únicos que rechazaron en el Parlamento español la toma en consideración del
documento del Parlement, en la misma
fecha, el partido entones en la oposición, puso un recurso a la tramitación, ante el TC.
El Alto tribunal desestimó el recurso en
marzo de 2006.
Para entonces ya Rajoy se había echado al monte: en enero
inició una recogida de firmas para pedir un referéndum estatal sobre la forma
de tratar el Estatut en el Parlamento. . Un partido “constitucionalista” negaba
la eficacia del TC. Es grave.
La “travesura” logró descafeinar el texto y complicar las
negociaciones del gobierno de Zapatero con los partidos catalanes. Así y todo,
el Estatut fue aprobado por el Congreso, el 30 de marzo. Rajoy consiguió que
ERC y EA se sumaran a su voto en contra. Los soberanistas mostraban su disconformidad
con los recortes obtenidos por la presión del PP.
No parece muy constitucionalista el resto de actuaciones del
parido del actual gobierno:
El 25 de abril presentó en el Congreso cuatro millones de
firmas que apoyaban su petición de referéndum nacional para paralizar la
tramitación parlamentaria objeto del recurso desestimado por el TC.
El 31 de julio, cuando ya el Estatuto había sido aprobado
por el Congreso y por un referéndum en Catalunya, el PP lo impugnó ante el TC.
Difícil de comprender cuando ya el Alto Tribunal había desestimado su recurso
contra el procedimiento de tramitación parlamentaria.
Los argumentos del PP carecían de consistencia: no aceptaba
en el Estatut competencias que sus
diputados habían aceptado en los de otras Comunidades Autónomas. Así lo hizo saber la
Abogacía del Estado: https://elpais.com/diario/2007/07/05/espana/1183586424_850215.html
Lo más grave es que la “pataleta” abrió la puerta a las
recusaciones de miembros del TC: https://elpais.com/elpais/2010/06/22/actualidad/1277194637_850215.html
,hasta el punto que el 29 de abril de 2010: “El Parlamento aprueba una resolución que pide renovar el TC,
que se declare incompetente con el Estatut y, vía Senado, reformar la ley del
Tribunal”.
El
empecinamiento del PP contra el Estatut de 2006 ha alcanzado logros:
-Obtner
mayoría absoluta en las elecciones del 20 N de 2011
-Desacreditar
los instrumentos de control del Estado de Derecho.
-Hacer salir
a ERC del Tripartito
-Empujar a
los soberanistas a optar por la independencia.
La última
encuesta publicada sobre la intención de voto: http://www.eldiario.es/politica/crisis-Catalunya-afecta-intencion-partidos_0_686632034.html indica algunos resultados interesantes:
-El Partido Popular modera su caída y
pierde en un mes 0,2 puntos: obtendría ahora el 30,9% de los votos y entre 129
y 132 escaños
Los únicos cambios
destacables en relación a Catalunya son los que afectan al trasvase de voto que
mes a mes se ha ido produciendo entre las formaciones de aquella comunidad
autónoma. Con respecto a las elecciones de junio es llamativo el ascenso de
ERC. Tendría ahora el 2,9% de los votos y entre 10 y 11 escaños en el Congreso,
frente a los 9 de los que disponen en la actualidad. En el lado contrario se
sitúa el PDCat, a quien Celeste-tel otorga una intención de voto del 1,3% y
entre cuatro y cinco escaños, frente a los ocho con los que
cuentan ahora
-También es llamativo el análisis de
evolución en torno a En Comú Podem. La confluencia liderada por Xavier Domènech
es el único de los socios de Podemos que sube desde las elecciones de junio.
Mientras Unidos Podemos, En Marea y A la valenciana –Compromís, Podemos, EU– se
han anotado descensos mes a mes, la marca catalana se sitúa ahora en el 3,7%,
con posibilidad de obtener 13 escaños, uno más que en las pasadas elecciones
generales.
¿Era eso lo
que quería el PP?
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