Juan de Dios Ramírez Heredia
Villaviciosa, 7 de septiembre, 20:03 h.
¿Tarde perdida? ¿Añoranza? El recuerdo de la conversación con
Lizy me lleva al siete de junio de 1978. El diputado de UCD, de etnia
gitana, defendió una moción no de ley en defensa de la
población gitana, que fue aprobada por 280 votos, unanimidad si no hubiera
habido una abstención y un voto nulo.
El parlamentario solicitaba la
supresión de tres artículos del reglamento de la Guardia Civil contra los gitanos, que
provenían del afán de los Reyes
Católicos contra la población nómada.
Parece que hay una tregua en el
lanzamiento de cohetes. Tengo que aprovechar para sacar a Julen; todos los
perros, aún los de caza, se asustan por la explosión.
A mi compañero le gusta el césped de
los bloques, sobre todo cuando hay alguien sentado en algún banco. Ahora está
un hijo, junto a él, su madre en silla de ruedas. Los conozco desde que me
instalé en Villaviciosa. Son gitanos, él andará por la cincuentena, ella es octogenaria.
Se siente la tranquila ternura. Eso me llamó la atención y como los paseos son
frecuentes, me los encuentro casi cada vez que salgo. Siempre hablamos. No
conozco sus nombres. Para los tres es agradable el encuentro. Compartimos tanto
que carecemos de la necesidad de “marcarnos”.
– ¿Qué piensa usted de Juan de Dios
Ramírez Heredia? –Me dirijo a la madre, pero me responde el hijo:
–Es una de las mejores voces del
pueblo gitano.
¿Por qué calla ella? Intento sacar su
respuesta con mi mirada. La suya expresa cansancio.
–Mis padres trabajaban el mimbre y la
madera, hacían cestos y sillas. Toda una economía itinerante: el material, el
secado, los mercados. Éramos felices y limpiábamos ríos y bosques en
territorios condenados a la despoblación, íbamos a los mercados del entorno. Es
lo que llaman desarrollo local limpio, ¿no? Tenemos voces, pero aún no he
escuchado esa. Se nos echó sin habernos encontrado substitutos: los cauces
fluviales y los bosques no se limpian, se despueblan territorios…
No expresan rencor. Son miradas
tristes, ambos retienen lágrimas. El explica:
–Mi padre murió antes de que se
cumpliera el año de que nos instalaran en los bloques. Ella – Señala a su madre–,
se negaba a salir hasta que…
Su mirada a la silla de ruedas es
suficiente.
–El siete de junio de 1978…
No me corta. Siento como si me diera
voz:
–Se nos escuchó en el parlamento. No
impidió que continuáramos sufriendo la persecución que nos trajo aquí, que se
desborden los ríos, se multipliquen los incendios, desaparezcan nuestros
oficios y los mercados se transforman en “mercadillos”.
–Salieron a relucir muchos “trapos
sucios”. Hasta entonces parecía que
Hitler solamente hubiera exterminado judíos. Franco no quedó bien. Conseguisteis
un gran apoyo parlamentario…
– ¿Debo recordarte que en 2017 impera
la convicción de que la justicia española está hecha para “robagallinas” y que
el cabreo del planeta está gritando?
A mi mirada de admiración responde:
–Cobramos una pequeña pensión
gracias, en parte, a Juan de Dios Ramírez Heredia, quien facilitó que nos
metiéramos en el régimen de autónomos. Opté por cuidar a mis padres. Cuando
estoy libre, me informo.
Hola Carlos es Iris gracias por la cita de noy, particularmente desconocía quién es Juan de Dios Ramírez Heredia.He ido a Internet a buscar más información sobre él.
ResponderEliminarEs interesante la diversidad de libros que ha escrito sobre la etnia gitana.
Gracias, Iris. Es, en efecto, una de las voces y buena. Sin embargo, el parlamento español y la UE, aplauden, pero no aplican.
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