Nuestra cita cotidiana

 El 13 de junio de 2011 Infobae publicó una entrevista a Cecilia Attis. “La ex de Nicolás Sarkozy contó cómo lo acosaban las mujeres”: https://www.infobae.com/2011/06/13/1027053-la-ex-nicolas-sarkozy-conto-como-lo-acosaban-las-mujeres/

 

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"Hace siglos que las cosas son así", agregó con una naturalidad muy francesa. Y, a modo de ejemplo, recordó el caso de un presidente de Francia, "Félix Faure, que murió en 1899 en brazos de su amante". Le faltó mencionar el detalle de que el deceso se produjo en el Salón Blanco del Palacio del Eliseo, sede de la Presidencia. Los lazos estrechos entre seducción, poder y escándalo no se remontan a hoy, concluyó la ex primera dama.

En el programa hubo, como es de suponer, referencias al caso Dominique Strauss Kahn (DSK), ex director del FMI y candidato frustrado a la Presidencia por el Partido Socialista francés, acusado de intento de violación y en vísperas de ser juzgado por ese hecho en Nueva York. Para Attias, "lo que chocó a los franceses fueron las imágenes y los videos de DSK en el Tribunal". "Eso no está permitido en Francia", explicó.

 

La entrevista abrió el apetito de la media, así. El 14, L’Est Republicain publicó este artículo:

“Cécilia ex - Sarkozy, sexo y poder...”: https://www.estrepublicain.fr/faits-divers/2011/06/14/cecilia-ex-sarkozy-le-sexe-et-le-pouvoir

 

 

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Si el presidente de la Tercera República [Faure] era en efecto un mujeriego empedernido y un machista incorregible -obligaba a su mujer Berthe a caminar tres pasos detrás de él durante las ceremonias- , los historiadores no son tan categóricos como Cécilia sobre las circunstancias de su muerte, 16 de febrero de 1899 .

Coleccionista de favoritos, el presidente ciertamente había terminado convirtiendo a Marguerite de Steinheil en su amante designada. El día de su muerte. También trajo al Elíseo esta Beaucourtoise (Territorio de Belfort) de origen, de la rica familia industrial Japy y esposa del pintor Adolphe Steinheil.

Poco después de su llegada al "salón azul" del Elíseo, donde se reunían los enamorados, el jefe de Estado se desmayó. Marguerite, apodada "Meg", huyó en el acto, teniendo el tiempo justo para ajustar su ropa desordenada. Alertadas, Berthe Faure y su hija Lucie apenas tendrán tiempo de correr junto a la cama de su cálido esposo y padre conejo cuando este último ya tiene frío. Derribado no en pleno éxtasis sino por una hemorragia cerebral. Cuenta la leyenda que el abad que fue convocado por el Elíseo preguntará en estos términos a un ayuda de cámara: “¿El presidente todavía tiene sus conocimientos? "No, padre, lo sacamos por la parte de atrás

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