domingo, 7 de junio de 2020

Nuestra cita cotidiana



El 7 de junio de 2010 se pronunció, en India, una sentencia con muchos años de retraso. Ana Gabriela Rojas lo explica muy bien en su artículo :”Ocho condenas leves por la gran tragedia de Bohopal: https://elpais.com/diario/2010/06/08/sociedad/1275948004_850215.html
Los miles de supervivientes y afectados por el escape de pesticida en Bhopal han tenido que esperar 26 años para que la justicia castigara a algún culpable. Las penas impuestas por la catástrofe industrial más grave de la historia son leves. El escape de gas en una planta de la empresa estadounidense Union Carbide en la ciudad de Bhopal (en el centro de India) en diciembre de 1984 dejó miles de muertos y afectados
Víctor Olazábal ofrece una buena visión de la tragedia en su artículo: “India recuerda su mayor tragedia industrial: el desastre de Bohopal”: https://www.elmundo.es/internacional/2014/12/03/547db7aa22601d1c4c8b4598.html
La madrugada del 3 de diciembre de 1984 una nube toxica invadió la capital del estado de Madhya Pradesh, en el centro del país. La fábrica de pesticidas de la empresa estadounidense Union Carbide sufrió un escape de gas mortal que se llevó la vida de prácticamente todo aquel que encontraba a su paso. Mucha gente estaba durmiendo a esa hora y no tuvo tiempo de escapar. Según las cifras oficiales del Gobierno, murieron 5.000 personas. Las asociaciones que dan apoyo a las víctimas suben esa cantidad a 25.000 y hablan de 500.000 afectados con distintas incapacidades
“El País” ofrece resultados de la investigación realizada por el “New York Times” sobre el accidente: “Un cúmulo de errores y fallos provocó la tragedia de Bhopal”: https://elpais.com/diario/1985/01/29/internacional/475801216_850215.html
El análisis de algunos documentos de la empresa y de las entrevistas con químicos, trabajadores de la fábrica india, responsables de la planta y ex miembros de la misma revelan la existencia de las siguientes irregularidades en Bhopal:- Cuando los empleados descubrieron la fuga inicial del metilisocianato, a las 23.30 del 2 de diciembre, un supervisor creyendo, según afirmó luego, que se trataba de una fuga de agua decidió que se haría cargo de la avería en el siguiente período de descanso, según confirman varios de los empleados. Durante la hora siguiente, la reacción que estaba teniendo lugar en el interior de uno de los tanques de almacenamiento pasó a ser incontrolable. "Las fugas internas nunca nos preocupaban", afirma uno de los empleados. De hecho, aseguran varios de ellos, apenas se investigaban las razones de las fugas. "Los problemas se resolvían sin averiguar sus causas o, simplemente, se ignoraban", señalan.
Para postre, por gentileza de “France 24”, el artículo de Lluis Muñoz Pandiella: “Bhopal: 35 años después, la mayor catástrofe industrial de la historia sigue viva”: https://www.france24.com/es/20200131-india-catastrofe-bhopal-pesticidas-malformaciones-agua
A un kilómetro de la fábrica de Union Carbide está la clínica Chingari, en español, chispa.  En este centro, 300 niños están en rehabilitación, y otros 700 en lista de espera. Se trata de una fundación creada en 2006 por dos mujeres supervivientes del desastre. Los recursos para empezar la clínica provienen del Premio Goldman, que obtuvieron en 2004, dotado con 125.000 dólares y que es el equivalente al ‘Nobel del medioambiente’. Una recompensa a años de activismo por parte de Rashida Bee y Champa Devi Shukla.
“Los efectos del veneno siguen presentes 35 años después. Aquellos que nacieron justo después del desastre han crecido y se han casado. Los niños que veis aquí son sus hijos de segunda e incluso de tercera generación, con diferentes discapacidades consecuencia del accidente. Y el Gobierno no hace nada”, explica Rashida Bee, quien añade que perdió a nueve familiares después de la fuga: “Los que murieron en aquel momento tuvieron suerte. Los supervivientes mueren poco a poco”.


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