Epifanía
6 de enero de 2018
Sol espléndido.
Se esconde el frío
En el césped que
dejan sus respectivos edificios se encuentran Julen y Sisi; una perra y un
perro que arrastran a la mamá de ella, Adela y al papá de él, Juan.
Todos son viejos y
arrastran enfermedades.
La raza perruna sabe comunicar mejor que la humana.
Además la última se deja meter en ideologías y
convencionalismo: Sisi y Julen se huelen y saben lo que hay: Adela y Juan
apenas se acercan.
Ella es conservadora y él “antisistema”
—¡He recibido más regalos de Epifanía que nunca!
Dice Juan.
—Yo ninguno
—Responde, sin acritud, Adela.
—Tú también gozas del sol, ese que nos ha invitado a salir y
a encontrarnos.
Adela no menciona lo de su esclerosis múltiple y sonríe.
—Eres uno de los regalos que he recibido.
Insiste Juan.
Pese a que no le llegan los chismes se ha enterado de la
enfermedad degenerativa que padece su contertulia y añade.
—Me das mucha fuerza.
—Hasta ahora se me había dicho que doy paz.
Salió la niña respondona.
Juan siente esa paz y Adela reconoce que ella, también ha
tenido regalos.
Él no añade que el catarro que le torturaba desde hace un
mes comienza a dar signos de mejoría.
No es cruel.
Adela cree en los Reyes Magos.
Juan es republicano
Gracias a l@s 621 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
¡ESTO NO ES UN INFIERNO¡
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