lunes, 6 de abril de 2020

Nuestra Cita Cotidiana



El 7 de abril de 1994 comenzó el genocidio de Ruanda. “France24” ofrece un planteamiento interesante en un artículo de Alexandre Joy: “Genocidio en Ruanda : ¿por qué y cómo sucedieron los hechos?” : https://www.france24.com/es/20190406-genocidio-ruanda-25-anos-africa
Dos párrafos que invitan a pinchar:

Aunque la muerte del presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, la noche del 6 de abril de 1994, dio inicio al genocidio, existía un conflicto más profundo, cuyas causas se remontan al periodo colonial del siglo XIX, cuando los belgas tenían el control del país y empezaron a clasificar a la población de acuerdo a su etnia. La inequidad en los beneficios entregados a cada una de estas ocasionó las tensiones.
A los tutsis, que conformaban en 14% de la población, les fueron otorgados mejores empleos, por considerar que eran más parecidos a los europeos. Mientras que los hutus, mayoría en Ruanda, fueron relegados a tareas menos cotizadas
 Eusebio Val en el artículo publicado en la Vanguardia muestra  las llagas que ha dejado la implicación francesa en los crímenes que se produjeron durante largos años: “La mala conciencia de Francia por el genocidio de Ruanda”: https://www.lavanguardia.com/internacional/20190408/461513133627/genocidio-ruanda-hutus-francia-mitterrand.html
 Creo que el primer párrafo incita a pinchar:

La grandeur también puede tener mala conciencia. Francia, que conserva una presencia y una influencia notables en África, arrastra remordimientos por el genocidio ruandés. Emmanuel Macron, que era un adolescente cuando se produjo la carnicería, acaba de crear una comisión para que investigue, sin límites, las presuntas responsabilidades de París. El Gobierno francés de aquella época, con François Mitterrand en el Elíseo, mantuvo un vínculo muy estrecho con los extremistas hutus. Por eso, aún hoy, la relación entre París y Kigali no se ha normalizado. Y en la misma Francia el debate sobre la complicidad sigue provocando desgarros, incluso entre los militares que fueron protagonistas.
Nicole Muchnik en su artículo publicado en  “El País” documenta la acusación: “El papel de Francia en el genocidio ruandés”: https://elpais.com/elpais/2014/03/28/opinion/1396017230_635192.html
Un párrafo para animarte a pinchar:
La notable importancia del juicio de Pascal Simbikwanga y su condena es que pone también punto final a la propaganda gubernamental francesa en lo que concierne a su propia responsabilidad por la muerte de un presidente ruandés y por el genocidio que se derivó de ella. Durante 20 años, en nombre de la razón de Estado y a causa de la investigación partidista del juez Bruguière, no solamente no se arrojó luz alguna sobre la responsabilidad de los criminales hutus y la de los militares, políticos y diplomáticos franceses destinados en Ruanda, sino que se instrumentó un auténtico montaje de declaraciones oficiales con la complicidad de ciertos medios de comunicación. Así se formó una estrategia de la negación, un negacionismo político en el máximo nivel acerca de las responsabilidades francesas en la preparación, el desarrollo, el resultado y la protección ulterior de los agentes genocidas —siendo, por otra parte, el negacionismo la cosa mejor compartida del mundo—. Teorías engañosas que como una tela de araña resisten a toda lógica o análisis racional de los hechos.
El 6 de abril de 2012 se proclamó la independencia de Azawad  . Chema Caballero, en su artículo publicado en “El País”:”¿Qué pasa en Azawad?”: https://elpais.com/elpais/2012/04/09/africa_no_es_un_pais/1333951980_133395.html
Muestra que seguimos haciendo lo que nos da la gana en África:
La Unión Africana (UA) ha rechazado esta declaración de independencia y su presidente, Jean Ping, ha pedido a la comunidad internacional que haga lo mismo. La Unión Europea y Francia, antigua potencia colonial y con fuertes intereses económicos en la región, tampoco la han reconocidoLa pregunta ahora es si habrá una intervención militar para obligar a los tuaregs a permanecer dentro de las fronteras impuestas por las metrópolis coloniales allá por el siglo XIX, si se negociará, o si la fuerza de los hechos consumados seguirá su curso y Azawad se convertirá en el 56º estado africano. Las materias primas y la seguridad del Magreb serán los elementos claves que determinarán el destino de esta nación.

Gracias a l@s 1516 compañer@s que nos visitaron ayer
Gracias a ti
Gracias a Iris




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