El 7 de abril de 1994
comenzó el genocidio de Ruanda. “France24” ofrece un planteamiento interesante
en un artículo de Alexandre Joy: “Genocidio en Ruanda : ¿por qué y cómo
sucedieron los hechos?” : https://www.france24.com/es/20190406-genocidio-ruanda-25-anos-africa
Dos párrafos que
invitan a pinchar:
Aunque
la muerte del presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, la noche del 6 de abril
de 1994, dio inicio al genocidio, existía un conflicto más profundo, cuyas
causas se remontan al periodo colonial del siglo XIX, cuando los belgas tenían
el control del país y empezaron a clasificar a la población de acuerdo a su
etnia. La inequidad en los beneficios entregados a cada una de estas ocasionó
las tensiones.
A los
tutsis, que conformaban en 14% de la población, les fueron otorgados mejores
empleos, por considerar que eran más parecidos a los europeos. Mientras que los
hutus, mayoría en Ruanda, fueron relegados a tareas menos cotizadas
Eusebio Val en el artículo publicado en la
Vanguardia muestra las llagas que ha
dejado la implicación francesa en los crímenes que se produjeron durante largos
años: “La mala conciencia de Francia por el genocidio de Ruanda”: https://www.lavanguardia.com/internacional/20190408/461513133627/genocidio-ruanda-hutus-francia-mitterrand.html
Creo que el primer párrafo incita a pinchar:
La grandeur también puede tener
mala conciencia. Francia, que conserva una presencia y una influencia
notables en África, arrastra remordimientos por
el genocidio ruandés. Emmanuel Macron, que era un adolescente
cuando se produjo la carnicería, acaba de crear una comisión para que
investigue, sin límites, las presuntas responsabilidades de París. El Gobierno
francés de aquella época, con François Mitterrand en el Elíseo, mantuvo
un vínculo muy estrecho con los extremistas hutus. Por eso, aún hoy, la
relación entre París y Kigali no se ha normalizado. Y en la misma Francia el
debate sobre la complicidad sigue provocando desgarros, incluso entre los
militares que fueron protagonistas.
Nicole Muchnik en su
artículo publicado en “El País”
documenta la acusación: “El papel de Francia en el genocidio ruandés”: https://elpais.com/elpais/2014/03/28/opinion/1396017230_635192.html
Un párrafo para
animarte a pinchar:
La notable importancia del juicio de Pascal Simbikwanga y su
condena es que pone también punto final a la propaganda gubernamental francesa
en lo que concierne a su propia responsabilidad por la muerte de un presidente
ruandés y por el genocidio que se derivó de ella. Durante 20 años, en nombre de
la razón de Estado y a causa de la investigación partidista del juez Bruguière,
no solamente no se arrojó luz alguna sobre la responsabilidad de los criminales
hutus y la de los militares, políticos y diplomáticos franceses destinados en
Ruanda, sino que se instrumentó un auténtico montaje de declaraciones oficiales
con la complicidad de ciertos medios de comunicación. Así se formó una
estrategia de la negación, un negacionismo político en el máximo nivel acerca
de las responsabilidades francesas en la preparación, el desarrollo, el
resultado y la protección ulterior de los agentes genocidas —siendo, por otra
parte, el negacionismo la cosa mejor compartida del mundo—. Teorías engañosas
que como una tela de araña resisten a toda lógica o análisis racional de los
hechos.
El 6 de
abril de 2012 se proclamó la independencia de Azawad . Chema Caballero, en su artículo publicado
en “El País”:”¿Qué pasa en Azawad?”: https://elpais.com/elpais/2012/04/09/africa_no_es_un_pais/1333951980_133395.html
Muestra que seguimos
haciendo lo que nos da la gana en África:
La Unión Africana (UA) ha rechazado esta declaración de
independencia y su presidente, Jean Ping, ha pedido a la
comunidad internacional que haga lo mismo. La
Unión Europea y Francia, antigua potencia colonial y con fuertes intereses
económicos en la región, tampoco la han reconocido. La
pregunta ahora es si habrá una intervención militar para obligar a los tuaregs a permanecer dentro de las fronteras impuestas por las
metrópolis coloniales allá por el siglo XIX, si se negociará, o si la fuerza de
los hechos consumados seguirá su curso y Azawad se convertirá en el 56º estado
africano. Las materias primas y la
seguridad del Magreb serán los elementos claves que
determinarán el destino de esta nación.
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Gracias a l@s 1516
compañer@s que nos visitaron ayer
Gracias a ti
Gracias a Iris
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