domingo, 12 de abril de 2020

Relato para el concurso de Historia sobre nuestros Heroes ( ZENDA) #NuestrosHéroes





El Alzheimer de mi difunta madre.

Son las 8:00 Pm escucho los aplausos y quiero expresar mi agradecimiento, aunque no los merezco. He vuelto al trabajo como cuidadora en la residencia de ancianos  porque me gusta mi trabajo, mamá me ha quitado los miedos desde el más allá.
Mi difunta madre, Paula, decía, en su demencia, que la naturaleza se defenderá del daño que le estamos haciendo. No me parecía tan loca; ella se crió, prácticamente ella sola desde que su madre, la tía Ción, comenzó a perder la “chaveta”
La niña tenía 8 añitos y, a su padre le habían matado, al regresar de la feria de ganado  cuando la niña tenía tres. Mamá tenía que ocuparse de casi toda la labranza. Entonces las herramientas eran las mismas que se utilizaban en el imperio romano.
Eran muy pobres, pero los alimentos tenían otro sabor.
La incidencia del Coronavirus me ha hecho comprender a la difunta.
Ésta siempre añadía, en su locura “¡Será como un fuego purificador!”
Me he metido en la cabeza de mi Paula cuando ella sufría de Alzheimer y yo era una de sus cuidadoras en la residencia de ancianos donde trabajaba yo hasta que comprendí  que me debía más a  la crianza de mi hija. Mamá había muerto años antes. Ahora la niña vuela ya con sus propias alas y yo tengo posibilidad de recuperar mi puesto. Me gusta ese trabajo.
Además escucho la voz de mi difunta madre cuando estaba “loca”: “Lo que habrá que hacer, cuando llegue el primer zarpazo, es comprender que ya nada podrá ser igual, por mucho que los poderosos se empeñen”.
Las Sinergias  y el "Magara" deben vencer la avaricia que destruye nuestra "Pachamama".
#NuestrosHéroes

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