domingo, 5 de julio de 2020

Nuestra cita cotidiana


El 5 de julio de 1518 comenzó, en Estrasbugo, la “epidemia del baile”. “@RelatandoHistori1 “ lo cuenta así: https://twitter.com/relatandohisto1/status/1147113062853414914
Uno de los sucesos más extraños de la historia: en Estrasburgo, el 05/07/1518 Frau Troffea empezó a bailar en la calle de forma descontrolada durante una semana. Pronto se unieron unas 30 personas, y al mes había 400 personas bailando sin parar

Amado Herrero añade datos en su artículo: “La extraña epidemia de baile que recorrrió las calles de Estrasburgo hace 500 años”: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2019/07/27/5d3b0048fc6c83a25c8b4646.html

Aunque el relato parezca sacado de un cuento del Decamerón o del argumento de un musical de Broadway, se trata de un episodio bien documentado, que aún hoy intriga y desconcierta a médicos e historiadores. En vista de las proporciones que tomó el asunto, las autoridades locales se vieron obligadas a buscar una solución. Consultaron con sabios y médicos que, en su mayoría, aconsejaron realizar sangrados -remedio multiusos de la época- aunque finalmente se optó por una salida mucho más imaginativa: habilitar un espacio público para que continuasen bailando. Así el mercado de grano que se hallaba detrás de la catedral fue requisado. Se instalaron plataformas y se contrató a músicos para acompañar a los danzantes. Una rave renacentista financiada con dinero municipal.
Jhon Valler lo plantea muy bien en su artículo: “La extraña plaga de la danza que cobró miles de vidas en la Europa del siglo XVI”: https://www.bbc.com/mundo/noticias-42641299

Mi explicación es que los bailarines estaban en trance. De lo contrario, no habrían podido bailar durante tanto tiempo.
Sabemos que es más probable que el estado de trance ocurra en personas que sufren una angustia psicológica extrema y que creen en la posibilidad de posesión espiritual. Todas estas condiciones se cumplieron en Estrasburgo en 1518.
Los pobres de la ciudad sufrían de hambrunas y enfermedades severas. Y, lo que es más importante, también sabemos que creían en un santo llamado San Vito que tenía el poder de controlar sus mentes e infligir un baile terrible y compulsivo.
La anticipación de esa maldición sumada a la alta vulnerabilidad de las personas aumentó la probabilidad de que entraran en el estado de trance. Y una vez en él, representaron el papel del maldito: bailando salvajemente durante días a la vez.

Así que la epidemia, sostengo, fue el resultado de la desesperación y el temor piadoso.


Gracias a l@s que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti

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