domingo, 19 de septiembre de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

·       El 19 de septiembre de 1868 se publicó la proclama de insurrección de Cádiz. Víctor Cantos ofrece el texto: “Proclama Sublevados en Cádiz 1868. Comentario”: https://www.auladehistoria.org/2016/01/proclama-sublevados-en-cadiz-1868.html

Debes pinchar, el comentario vale la pena. Copio el manifiesto:

 

"Españoles; la ciudad de Cádiz puesta en armas, con toda su provincia, con la Armada anclada en su puerto [...], declara solemnemente que niega su obediencia al gobierno de Madrid, segura de que es leal intérprete de todos los ciudadanos [...]. Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. Queremos que el encargado de observar la Constitución no sea su enemigo irreconciliable [...]. Queremos que un gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el Sufragio Universal eche los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de [...]favoritos; con los amantes del orden, si quieren verlo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales [...]: con el apoyo de los ministros del altar [...]; con el pueblo todo [...]. Españoles: [...] Acudid a las armas, no con el impulso del encono, siempre funesto; no con la furia de la ira, siempre débil, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada. ¡Viva España con honra!."

 

Cádiz, 19 de Septiembe de 1868. Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano Bedoya, Ramón Nouvilas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete.

 

 

Franz Xaver Winterhalter profundiza: “1868: la Revolución Gloriosa”: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/1868-revolucion-gloriosa_15636

Unos párrafos:

 

El 30 de septiembre de 1868, la reina Isabel II abandonaba España para no volver nunca. Años atrás, el diputado Antoni Aparici la había llamado “la reina de los tristes destinos”, un epíteto proverbial que recogería e inmortalizaría el escritor Benito Pérez Galdós, quien la conoció en su exilio parisino en 1902. La reina causó muy buena impresión a Galdós, que en aquel momento escribía para el periódico El liberal y que a su vuelta retrató a la ex soberana de una forma mucho más amable que la que cabía esperar por el mal recuerdo que había dejado.

 

1868: la "revolución gloriosa"

Proclamada reina a los 3 años, aunque no reinaría con pleno derecho hasta los 13, Isabel II estuvo siempre en manos de sus cortesanos -primero los de su madre, luego los de su marido y finalmente los suyos propios-, que intentaron moldearla a su conveniencia. En su entrevista con Galdós, la reina depuesta lamentaría que nadie quiso enseñarle nunca a gobernar si no era en su propio provecho. Por ello confió siempre el poder al favorito de turno y se dejó aconsejar por sectores cada vez más conservadores de la corte. Para la mayoría de sus súbditos era una reina lejana que apenas conocía la realidad del país, pero en quien recaía la culpa de las decisiones que se tomaban en su nombre.

Una de estas decisiones fue la que indirectamente la llevaría al desastre: la de estimular la ampliación de la red ferroviaria de España. Los grandes empresarios del país y las sociedades de crédito, así como muchos políticos y militares, invirtieron en las compañías de ferrocarriles con la expectativa de obtener grandes beneficios, que se revelaron mucho menos provechosos de lo esperado. Para 1866, estas compañías acumulaban grandes pérdidas y su crisis arrastró a las sociedades de crédito que las habían financiado, algunas de las cuales quebraron provocando un efecto dominó: las principales industrias del país quedaron paralizadas por la falta de liquidez, lo que dejó sin trabajo a decenas de miles de personas.

 

Hoy tendremos un buen postre por cortesía de “La Vanguardia”: “La caja negra de la reina María Cristina”: https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20180413/47313352868/la-caja-b-de-la-reina-maria-cristina.html

El grupo que manejaba los hilos de la especulación financiera en el entorno de Isabel II tenía nombres y apellidos. Los primeros, los de su madre, la reina gobernadora María Cristina, y el segundo esposo de esta, Fernando Muñoz. Y, a escasa distancia, los del marqués de Salamanca y una cohorte de nobles aburguesados y burgueses ennoblecidos que hicieron de los corros político-financieros su particular modus vivendi.

Existía una pirámide de ambiciones económicas estrechamente ligadas a la política que, desde la base municipal, culminaban en la propia Isabel II. La sobera

na, manejada por sucesivas camarillas, capitaneadas bien por su propia madre, bien por el favorito de turno, era la cabeza visible de una telaraña de amiguismo que acabaría atrapándola.


Muchas gracias a l@958que acudisteis a la cita de ayer

Gracias a Iris

Gracias a ti

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