El 24 de septiembre de 1865
estalló la guerra entre Chile y España.Memoriachilena lo cuenta así: “Guerra
contra España (1865-1866) http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-92282.html
La
guerra entre Chile y España tuvo como origen el enfrentamiento entre un
hacendado peruano y los colonos españoles de su plantación, que se defendieron
con armas ante los maltratos. A pesar de ello, la justicia peruana falló a
favor del hacendado. Como reparación, una expedición "científica"
española que navegaba por el Pacífico tomó las islas peruanas Chinchas en abril
de 1864. En el fragor del ideal americanista y al coincidir con la ocupación española
de México y Santo Domingo, los políticos chilenos consideraron esa ocupación
como una agresión colonialista a la independencia de la región. Chile impidió a
los buques españoles abastecerse de carbón declarándolo contrabando de guerra,
sin hacer lo mismo con los buques peruanos.
Para
salir del paso, el representante español y el gobierno chileno firmaron un
tratado de entendimiento, pero fue desautorizado en Madrid. El nuevo
representante español expidió un ultimátum que exigió a Chile satisfacciones
por las ofensas recibidas bajo amenaza de destruir su puerto principal o
establecimientos carboníferos. La Moneda no aceptó el ultimátum y declaró la
guerra el 24 de septiembre de 1865.
El 24 de septiembre de 2020
Francisco I despedía al cardenal Angelo Becciu por corrupción. Jesus Bastante
lo cuenta así: “Italia ya investiga el caso de corrupción vaticana a
cuenta del dinero de los pobres que fulminó al cardenal Becciu”: https://www.eldiario.es/sociedad/italia-investiga-caso-corrupcion-vaticana-cuenta-dinero-pobres-fulmino-cardenal-becciu_1_8026809.html
Hace
ahora nueve meses, el papa Francisco lo llamaba a su habitación de la Casa
Santa Marta. Era 24 de septiembre. De allí, el cardenal Angelo Becciu salía
apesadumbrado: Bergoglio le había exigido su renuncia como prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos y, sobre todo, le había retirado
todos los privilegios de un cardenal: no podría participar en un cónclave, ni
ejercer como tal. Una decisión dura, la más grave referente a un purpurado en
el último siglo, junto a la expulsión del sacerdocio del pederasta McCarrick
(también tomada por Francisco).
¿Por qué? Por haber –presuntamente–
utilizado el dinero del Óbolo de San Pedro y sus contactos como Sustituto de la
Secretaría de Estado para comprar y vender edificios de lujo en Londres y otras
capitales europeas, crear una 'diplomacia paralela' a la de la Santa Sede y
financiar irregularmente empresas propiedad de su familia. Ahora, entra en
juego la Justicia italiana, que ve indicios de "malversación de
fondos" en el 'caso Becciu' y ya ha comenzado los registros.
Gracias a l@s 1159 que acudisteis a la cita de ayer
Gracias a Iris
Gracias a ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario