El 7 de septiembre de 1873 dimitió Nicolás Salmerón.
Eduardo Montagut ofrece un interesante análisis: “Dimisión de Nicolás
Salmerón”: https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/dimision-nicolas-salmeron/20160906114643131488.html
Unos párrafos, debes pinchar:
@Montagut5 | El 7 de septiembre de 1873 Nicolás Salmerón
dimitía del poder ejecutivo de la Primera República. En este trabajo recordamos
este hecho histórico, que tiene pocos paralelismos en la Historia contemporánea
de España.
Nicolás Salmerón
Alonso (1838-1908) comenzó su andadura
política en el seno del Partido Demócrata, formación que surgió a finales de
los años cuarenta del siglo XIX en el seno de la izquierda del Partido
Progresista, y que defendía la extensión del reconocimiento y garantía de los
derechos individuales, el sufragio universal, la plena desamortización eclesiástica
y el fin de las quintas, comenzando a plantear desde el liberalismo las
primeras reformas sociales, y que tanta alergia habían producido a las familias
liberales hasta entonces. Salmerón fue, además, uno de los intelectuales
krausistas más destacados.
La política de dureza emprendida por Salmerón y
el ejército tenía otra cara, la de la represión de los vencidos. Pero el
presidente se negó a firmar condenas de muerte de algunos militares que habían
colaborado con el movimiento cantonalista y por ello dimitió. Salmerón explicó
que la pena de muerte era contraria a su conciencia, a sus principios y a los
de la democracia.
El 7 de septiembre de 2011
ocurrió un accidente de un Yark 42. Wikipedia lo explica así: “Accidente del Yak-42 del Lokomotiv Yaroslavl”: https://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_del_Yak-42_del_Lokomotiv_Yaroslavl
El accidente del Yak-42 del
Lokomotiv Yaroslavl fue un accidente aéreo que
tuvo lugar a las 16:02 hora local del 7
de septiembre de 2011, cuando un avión de pasajeros Yakovlev Yak-42D operado
por la aerolínea rusa Yak
Service se estrelló en la región
de Yaroslavl (Rusia). El avión sobrevoló la pista del aeropuerto de Tunoshna
antes de despegar brevemente, golpeó un mástil de antena, se incendió y se
estrelló en la orilla del río Volga. Fallecieron 44 personas, entre ellos,
todos los miembros del equipo de hockey sobre hielo del Lokomotiv
Yaroslavl.
La investigación posterior determinó
que varios factores contribuyeron al accidente, incluido un entrenamiento
deficiente, el cálculo incorrecto de la velocidad de despegue por parte de la
tripulación de vuelo y la aplicación involuntaria del frenado de las ruedas por
parte de uno de los pilotos, que había colocado los pies incorrectamente en los
pedales.1 Más tarde se reveló que el piloto había usado documentos
falsificados para obtener permiso para volar el avión, y que ambos miembros de
la tripulación carecían del entrenamiento necesario para volar el Yak-42.2
Llovía sobre mojado. La
justicia no vió. “Marlaska exonera a los mandos militares de Trillo del ‘caso Yak-42’”: https://elpais.com/politica/2012/02/02/actualidad/1328183004_531518.html
No
por esperada dejó de caer la noticia como un “jarro de agua fría” sobre los
familiares de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42, el 26 de mayo de 2003. El titular del juzgado
central número tres de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, decretó el “sobreseimiento libre” de la cúpula militar
de la etapa de Federico
Trillo al frente de Defensa,
por considerar que no existió “responsabilidad penal relevante” en la mayor
catástrofe sufrida por las Fuerzas Armadas españolas en tiempo de paz.
En
el sumario abierto para investigar las múltiples irregularidades que rodearon
la contratación del avión ucraniano estaban imputados hasta ahora los entonces
jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Antonio Moreno Barberá;
jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Luis Ibarreta; jefe de la División de
Operaciones, contralmirante José Antonio Martínez Sainz-Rozas; el coronel
Joaquín Yáñez González y el teniente coronel Alfonso Elías Lorenzo Taboada,
miembros del Grupo de Control del Contrato con la agencia NAMSA de la OTAN; y
el coronel Abraham Ruiz López, representante español ante NAMSA.
Marlaska
no ve responsabilidad en el hecho de que Defensa contratara los vuelos de
traslado de tropas con la agencia NAMSA, que adjudicó el contrato al broker
Chapman Freeborn, que a su vez subcontrató, a través de varios intermediarios,
con la ucraniana UM Air, y subraya la autonomía que tienen los comandantes de
los aviones para organizar los vuelos y más aún “en escenarios bélicos”.
Concluye que no se podía exigir a los mandos militares imputados “una acción
concreta omitida, intencional o imprudente, relacionada con el vuelo en sí
mismo o de carácter colateral”, por lo que decreta el sobreseimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario