El 7 de marzo de 1966, Fraga quiso demostrar al mundo que
España no estaba contaminada. Nieves Concostrina lo explica muy bien: “52 años
después del show de Fraga en Palomares”: https://cadenaser.com/programa/2018/03/07/la_ventana/1520430068_511760.html
El 7 de marzo de 1966, el ministro
franquista Manuel Fraga se
pegó un baño en la playa de Palomares para
demostrar a los futuros turistas que las aguas de Almería no eran radioactivas. Pero allí abajo,
entre los salmonetes, había una bomba
atómica mil veces más potente que la que destruyó
Hiroshima
La cadena Ser no trata más del tema en este artículo.
Héctor R Gavira ofrece otro planteamiento: “Fraga no se
bañó el primero”: https://www.diariodeleon.es/articulo/sociedad/fraga-no-se-bano-el-primero/20030716000000669966.html
Unos párrafos; debes pinchar:
Se trataba de dos aparatos militares, un
bombardero B-52 y su avión nodriza de reabastecimiento en vuelo. Su cargamento:
cuatro bombas termonucleares de entre 4 y 5 megatones cada una, con un poder
destructor 75 veces por encima del de las bombas lanzadas sobre Hiroshima y
Nagashaki. Dos estas bombas de hidrógeno detonaron en el aire su carga
convencional, liberando 3 kilos de plutonio 239; otra tercera resultó intacta y
la cuarta se perdió en el mar y provocó la mayor operación militar de rescate
conocida hasta esa fecha en el territorio español, un dispositivo bautizado por
los norteamericanos como Broken Arrow (Flecha Rota).
Sin embargo, no fue la US Navy sino un pescador
español quien encontró el artefacto dos meses después del siniestro. Hacía
falta entonces tranquilizar a la opinión pública y fue el ministro de
Información y Turismo, Manuel Fraga, el encargado de hacerlo. El 7 de marzo de
1966, Fraga Iribarne se bañaba en la playa de Palomares. Un baño que era
captado por todos los fotógrafos de prensa, las cámaras de TVE y del NO-DO. No
se trataba de un baño de placer, sino de la demostración propagandística de que
las playas españolas del litoral mediterráneo no padecían contaminación
radiactiva. La exposición fotográfica de las Atarazanas ha desvelado, sin
embargo, que la idea del baño no partió del ministro español y que ni si quiera
fue el primero en entrar en las aguas del Mediterráneo tras el desastre.
“El Mundo” desmonta: “La gran mentira de Palomares”: https://www.elmundo.es/opinion/2016/06/26/576eb3a4468aebfb798b4670.html
La imagen
de Manuel Fraga bañándose
en las templadas aguas de la playa de Palomares un 7 de marzo de 1966, siendo
ministro de Información y Turismo, permanece grabada en la retina de millones
de españoles. El paso del tiempo y la repetición periódica de la grabación en
las televisiones convierte aquel chapuzón en uno de los iconos del franquismo.
Pero por divertido que resulte hoy ver a Fraga y al entonces embajador de EEUU
metiéndose al agua con los bañadores de la época, no se puede olvidar que se
trató de un gesto propagandístico con el que la Dictadura intentaba ocultar la gravedad del incidente que
se había producido en aquella localidad almeriense.
Sin embargo, y a diferencia de lo que siempre
mantuvieron el régimen franquista y el Pentágono, sí hubo peligrosas fugas
de radiactividad que, con el tiempo, causarían
enfermedades crónicas y un número indeterminado de víctimas mortales por
distintos tipos de cáncer. El asunto vuelve a estar en primer plano ya que las
últimas revelaciones del caso son estremecedoras y confirman hasta qué punto se
ha mentido por parte de las autoridades durante décadas.
El periódico The New York Times publicó
el lunes informes recién desclasificados que prueban, entre otras cosas, la deficiente supervisión médica que
ha sufrido la población local. Y en nuestras páginas recogemos hoy el revelador
testimonio de José Ortiz,
uno de los guardias civiles que durante años vigilaron el acceso a la zona
contaminada. Ortiz sufre gravísimas enfermedades que, está convencido, son
consecuencia de la exposición a la radiactividad. Aunque en el hospital militar
de Madrid donde fue tratado a mediados de los 80 se limitaron a diagnosticarle
una enfermedad degenerativa en la columna, sin entregarle jamás los resultados
de los análisis a los que se sometió durante tres años. Y él, pese a todo, se
siente afortunado. Ya que sus nueve compañeros del puesto de vigilancia en
Palomares han muerto de cáncer.
Antonio Sangiao Santiago muestra otra atrocidad de Fraga:
“Fraga estuvo de cacería mientras el Prestige se hundía en Galicia” (Era el presidente
de la Xunta): https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/sociedad/fraga-estuvo-de-caceria-mientras-prestige-se-hundia-en-galicia_25868.html
Dónde estaba Fraga? Es la
pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se
hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego
hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de
sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.
Manuel Fraga, gran
aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras
el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según
informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se
ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada"
el sábado y domingo de la semana pasada.
Dónde estaba Fraga? Es la
pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se
hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego
hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de
sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.
Manuel Fraga, gran
aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras
el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según
informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se
ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada"
el sábado y domingo de la semana pasada.
Dónde estaba Fraga? Es la
pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se
hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego
hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de
sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.
Manuel Fraga, gran
aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras
el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según
informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se
ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada"
el sábado y domingo de la semana pasada
Y, para postre, por gentileza de Público: “Víctimas del
Fraga franquista”: https://www.publico.es/espana/victimas-del-fraga-franquista.html
La
biografía de Manuel Fraga no está completa sin el relato del sufrimiento que
provocó su participación política durante la dictadura. Los allegados de Julián
Grimau, fusilado por orden de un Consejo de Ministros del que formó parte; de
Enrique Ruano, cuyo asesinato a manos de la Policía fue disfrazado por Fraga en
la prensa como un suicidio; y las familias de los trabajadores de Vitoria,
muertos por disparos de la Policía siendo Fraga ministro de Gobernación,
recuerdan el pasado oscuro del fundador del PP.
Gracias a l@s 956 que acudisteis
a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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