domingo, 7 de marzo de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

El 7 de marzo de 1966, Fraga quiso demostrar al mundo que España no estaba contaminada. Nieves Concostrina lo explica muy bien: “52 años después del show de Fraga en Palomares”: https://cadenaser.com/programa/2018/03/07/la_ventana/1520430068_511760.html

El 7 de marzo de 1966, el ministro franquista Manuel Fraga se pegó un baño en la playa de Palomares para demostrar a los futuros turistas que las aguas de Almería no eran radioactivas. Pero allí abajo, entre los salmonetes, había una bomba atómica mil veces más potente que la que destruyó Hiroshima

La cadena Ser no trata más del tema en este artículo.

Héctor R Gavira ofrece otro planteamiento: “Fraga no se bañó el primero”: https://www.diariodeleon.es/articulo/sociedad/fraga-no-se-bano-el-primero/20030716000000669966.html

 

Unos párrafos; debes pinchar:

 

Se trataba de dos aparatos militares, un bombardero B-52 y su avión nodriza de reabastecimiento en vuelo. Su cargamento: cuatro bombas termonucleares de entre 4 y 5 megatones cada una, con un poder destructor 75 veces por encima del de las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagashaki. Dos estas bombas de hidrógeno detonaron en el aire su carga convencional, liberando 3 kilos de plutonio 239; otra tercera resultó intacta y la cuarta se perdió en el mar y provocó la mayor operación militar de rescate conocida hasta esa fecha en el territorio español, un dispositivo bautizado por los norteamericanos como Broken Arrow (Flecha Rota).

Sin embargo, no fue la US Navy sino un pescador español quien encontró el artefacto dos meses después del siniestro. Hacía falta entonces tranquilizar a la opinión pública y fue el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, el encargado de hacerlo. El 7 de marzo de 1966, Fraga Iribarne se bañaba en la playa de Palomares. Un baño que era captado por todos los fotógrafos de prensa, las cámaras de TVE y del NO-DO. No se trataba de un baño de placer, sino de la demostración propagandística de que las playas españolas del litoral mediterráneo no padecían contaminación radiactiva. La exposición fotográfica de las Atarazanas ha desvelado, sin embargo, que la idea del baño no partió del ministro español y que ni si quiera fue el primero en entrar en las aguas del Mediterráneo tras el desastre. 

“El Mundo” desmonta: “La gran mentira de Palomares”: https://www.elmundo.es/opinion/2016/06/26/576eb3a4468aebfb798b4670.html

La imagen de Manuel Fraga bañándose en las templadas aguas de la playa de Palomares un 7 de marzo de 1966, siendo ministro de Información y Turismo, permanece grabada en la retina de millones de españoles. El paso del tiempo y la repetición periódica de la grabación en las televisiones convierte aquel chapuzón en uno de los iconos del franquismo. Pero por divertido que resulte hoy ver a Fraga y al entonces embajador de EEUU metiéndose al agua con los bañadores de la época, no se puede olvidar que se trató de un gesto propagandístico con el que la Dictadura intentaba ocultar la gravedad del incidente que se había producido en aquella localidad almeriense.

Sin embargo, y a diferencia de lo que siempre mantuvieron el régimen franquista y el Pentágono, sí hubo peligrosas fugas de radiactividad que, con el tiempo, causarían enfermedades crónicas y un número indeterminado de víctimas mortales por distintos tipos de cáncer. El asunto vuelve a estar en primer plano ya que las últimas revelaciones del caso son estremecedoras y confirman hasta qué punto se ha mentido por parte de las autoridades durante décadas.

 

El periódico The New York Times publicó el lunes informes recién desclasificados que prueban, entre otras cosas, la deficiente supervisión médica que ha sufrido la población local. Y en nuestras páginas recogemos hoy el revelador testimonio de José Ortiz, uno de los guardias civiles que durante años vigilaron el acceso a la zona contaminada. Ortiz sufre gravísimas enfermedades que, está convencido, son consecuencia de la exposición a la radiactividad. Aunque en el hospital militar de Madrid donde fue tratado a mediados de los 80 se limitaron a diagnosticarle una enfermedad degenerativa en la columna, sin entregarle jamás los resultados de los análisis a los que se sometió durante tres años. Y él, pese a todo, se siente afortunado. Ya que sus nueve compañeros del puesto de vigilancia en Palomares han muerto de cáncer.

Antonio Sangiao Santiago muestra otra atrocidad de Fraga: “Fraga estuvo de cacería mientras el Prestige se hundía en Galicia” (Era el presidente de la Xunta): https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/sociedad/fraga-estuvo-de-caceria-mientras-prestige-se-hundia-en-galicia_25868.html

 

 

Dónde estaba Fraga? Es la pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.

Manuel Fraga, gran aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada" el sábado y domingo de la semana pasada.

Dónde estaba Fraga? Es la pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.

Manuel Fraga, gran aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada" el sábado y domingo de la semana pasada.

Dónde estaba Fraga? Es la pregunta que los habitantes de las zonas afectadas por los vertidos del Prestige se hacían a medida que pasaban los días sin que el presidente del Gobierno gallego hiciese acto de presencia. Ayer se supo la respuesta: estaba de caza con uno de sus conselleiros, José Cuiña, en Toledo y Aranjuez.

Manuel Fraga, gran aficionado a la caza y a la pesca, pasó el fin de semana de montería mientras el Prestige embadurnaba con fuel las costas gallegas, según informó la cadena SER. La Xunta no ha desmentido oficialmente la noticia y se ha limitado a asegurar que el presidente tenía una "agenda privada" el sábado y domingo de la semana pasada

 

Y, para postre, por gentileza de Público: “Víctimas del Fraga franquista”: https://www.publico.es/espana/victimas-del-fraga-franquista.html

La biografía de Manuel Fraga no está completa sin el relato del sufrimiento que provocó su participación política durante la dictadura. Los allegados de Julián Grimau, fusilado por orden de un Consejo de Ministros del que formó parte; de Enrique Ruano, cuyo asesinato a manos de la Policía fue disfrazado por Fraga en la prensa como un suicidio; y las familias de los trabajadores de Vitoria, muertos por disparos de la Policía siendo Fraga ministro de Gobernación, recuerdan el pasado oscuro del fundador del PP.

Gracias a l@s 956 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/

Gracias a Iris

Gracias a ti

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