miércoles, 29 de diciembre de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

El 29 de diciembre de 1890 el Séptimo de Caballería exterminó aborígenes. Manuel P. Villatoro lo presenta así: “Wounded Knee, la masacre navideña del Séptimo de Caballería”: https://www.abc.es/cultura/libros/abci-wounded-knee-masacre-navidena-septimo-caballeria-201512280103_noticia.html

Debes pinchar. Para animarte, copio:

Una unidad heroica que siempre estaba dispuesta a lanzarse a la carga contra los «pieles rojas» al son de la corneta. Gracias a los largometrajes de Hollywood, así es como vemos a día de hoy al Séptimo de Caballería, el famoso regimiento creado a mediados del siglo XIX para defender las fronteras de EE.UU. de los nativos americanos. Pero la realidad es que -aunque esta unidad tuvo actuaciones destacadas como la que protagonizaron un centenar de sus hombres luchando hasta la muerte contra miles de indios en Little Bighorn- su historia está plagada también de momentos oscuros. Uno de ellos fue el que sucedió, precisamente, el 29 de diciembre de 1890 cuando un destacamento de estos jinetes asesinó a sangre fría a casi 300 siouxs -la mayoría desarmados- cerca del arroyo de Wounded Knee, en Dakota del Sur.

 

 

El 29 de diciembre de 1999 la fiscalía alemana decidió investigar a Khol. La Nación del 30 lo cuenta así: “Helmut Kohl será investigado por malversación de fondos”: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/helmut-kohl-sera-investigado-por-malversacion-de-fondos-nid166706/

BERLIN.- La fiscalía de Bonn decidió ayer abrir un sumario contra Helmut Kohl, para determinar si el ex jefe de gobierno alemán cometió un delito de malversación de fondos cuando aceptó donaciones anónimas e ilícitas para su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

La investigación contra el impulsor de la reunificación del país se abrirá el próximo lunes, después de que se haya cumplido el plazo de 48 horas de que dispone el Parlamento (Bundestag) para rechazar un procedimiento de ese tipo contra uno de sus miembros,  Kohl sigue siendo diputado.

Hoy tendremos postre por gentileza de “El otro País”, el artículo de Juan Manuel Olarieta: El caso Flick, treinta años después (Número anterior)”: http://www.elotropais.com/index.php/debate-mascosas-35/291-el-caso-flick-treinta-aos-despus-nmero-anterior

 

A  principios de los años ochenta del pasado siglo, Flick era el símbolo de la corrupción política en Europa. Entre 1969 y 1980 había financiado a los partidos políticos alemanes de todos los colores con un total de 1.300 millones de euros. El gerente de su consorcio, Eberhard von Brauchitsch, lo llamaba cínicamente el “cuidado del paisaje político”. Aunque entonces no formaba parte de la Unión Europea, aquel “paisaje” incluía a España y, más concretamente, al PSOE.

El dinero procedía de Friedrich Karl Flick, que durante décadas había dirigido uno de los mayores monopolios industriales de Alemania. Flick había heredado la fortuna de su padre, principal suministrador de armamento de Hitler, por lo que la conclusión es obvia: el dinero nazi financió la creación del PSOE durante la transición y su primera victoria electoral en 1982.
  El caso Flick estalló en 1981, cuando una inspección del fisco alemán descubrió un documento contable que recogía pagos en efectivo a políticos de todos los partidos representados en el Bundestag, incluidos los ministros de Economía Hans Friderichs y Otto Lambsdorff, quienes perdonaron al consorcio Flick impuestos por valor de unos 450 millones de euros. La corrupción lava más blanco: transforma en democrático lo nazi y en privado lo público.
  Los sobornos de Flick se convirtieron en el mayor escándalo de corrupción de Alemania occidental. La financiación de los partidos la llevaban a cabo cuatro fundaciones alemanas, especialmente la Friedrich Ebert, vinculada a la socialdemocracia, que servían de tapadera a la red de corrupción política y financiera.
El proceso posterior es harto conocido. Cada vez que estalla un escándalo se constituye su correspondiente comisión parlamentaria “de investigación” para calmar los ánimos y echar la porquería debajo del felpudo. En la interminable “investigación” que se abrió en Alemania, nadie se acordaba de nada. Von Brauchitsch declaró que no se trataba de sobornos, sino de donaciones.


Gracias a l@s 1146 que acudisteis a la cita de ayer

Gracias a Iris

Gracias a ti

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