El 20 de diciembre de 1973 fue asesinado Carrero Blanco.
La Razón lo cuenta así, unos años después: «Me sorprendió que Arias Navarro ocupara el sillón aún
caliente de mi padre»: http://www.generalisimofranco.com/vidas/carrero_blanco/testimonio.htm
Debes pinchar. Para
animarte, copio:
El atentado que
costó la vida, hace treinta años, al que fue presidente del Gobierno, Luis
Carrero Blanco, ¿fue obra exclusiva de ETA o contó con una cierta complicidad,
al menos pasiva, de sectores del propio régimen, como se llegó a aventurar en
investigaciones periodísticas? ¿Fue un complot, una conspiración, una conjura
en toda la regla? Luis Carrero-Blanco Pichot, de 73
años, hijo primogénito del almirante, no quiere entrar
en esas suposiciones. Le bastan los hechos, la frustración de que «el sumario
no se acabó», de que «no hubo interés en llegar al fondo de la investigación» y
el trago amargo de ver en televisión «a un hombre que contaba cómo le
asesinaron a mi padre». Luis Carrero-Blanco Pichot participa del asombro que
produjo en aquellas fechas que, a la muerte del considerado «delfín» de Franco,
le sucediera en la Presidencia del Ejecutivo el máximo responsable en aquel
momento de la seguridad del Estado, Carlos Arias Navarro. Lo usual en otros
países, y en esas circunstancias, es dimitir, pero, paradójicamente, se le
nombró presidente.
El
mismo medio añade, en octubre de 2021: “Secretos, miserias y conspiración: la complicidad política del CNI”: https://www.larazon.es/cultura/20200808/3rimvfu5hnfgjaead4d6zrhdli.html
Debes pinchar. Para
motivarte, copio:
No hay un mito
sobre el CNI; es decir, no circula una historia falsa sobre la agencia de
inteligencia para manipular a los españoles. Quizá es todo lo contrario: al
desconocimiento general y voluntario se une el sempiterno menosprecio a lo
español. Esto significa que la imagen pública del CNI, en el caso de existir,
es la de una agencia menor incapaz de competir con el Mi5, la CIA, el Mossad o
incluso la inteligencia marroquí
Fernando J.
Muniesa ha publicado en la editorial Actas el libro titulado “La cara oculta
del Estado. Historia crítica de los Servicios Secretos españoles”, que nos
acerca al modo de actuar de dicha agencia de investigación. El autor pasó por
La Casa –los servicios secretos– y ahora es consultor político y de asuntos de
seguridad y defensa. La idea
principal del libro es que el CNI no trabaja para el Estado, sino para el
Gobierno de turno o un personaje determinado. Solo así,
dice, se explica su papel en el asesinato de Carrero Blanco, el intento de
golpe de Estado del 23-F y los atentados del 11-M
José Manuel Martín Medem añade: “Kissinger en el asesinato de Carrero (nº 59)”:
https://www.elotropais.com/index.php/reportajes-estenumero-42/313-kissinger-en-el-asesinato-de-carrero-n-59
Debes pinchar. Para animarte, copio:
El relato que resumo a continuación es el que
construye Pilar Urbano en su libro. En lo fundamental, confirma las denuncias
de las investigaciones antifranquistas que se han acumulado desde entonces: la
CIA intervino en el asesinato de Carrero y Estados Unidos apadrinó al rey Juan
Carlos para conducir la transición imponiendo sus intereses. Pero la versión de
Urbano añade la supuesta responsabilidad personal de Kissinger. Y nos hace
plantearnos la pregunta imprescindible: ¿por qué una periodista del Opus, bien
relacionada con la familia real y con la política estadounidense, denuncia de
manera contundente la implicación de la CIA en el asesinato de Carrero y la
intervención de Estados Unidos para diseñar y manejar la transición con la
complicidad de la monarquía?
El libro de Pilar Urbano se
presenta como una narración sobre lo que le costó a Juan Carlos el acceso al
trono pero casi la mitad de sus 834 páginas están dedicadas a los motivos y a
los procedimientos para el asesinato de Carrero. Coincide en su aparición con
las memorias del general Manuel Fernández-Monzón Altolaguirre, que fue agente
de los servicios secretos de Carrero y enlace con la CIA. El militar escribe lo
siguiente: “No es verdad todo lo que se ha dicho de la transición. Como eso de
que el rey fue el motor del cambio. Ni Suárez ni él fueron motores de nada,
sólo piezas importantes de un plan muy bien diseñado y concebido al otro lado
del Atlántico. Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA. A los
norteamericanos sólo les hemos interesado por nuestra posición estratégica.
Estados Unidos quería tener la seguridad de que, con el final del franquismo,
aquí no iba a pasar nada que estuviera fuera de su control. Los ejecutantes del
atentado contra Carrero son etarras, eso está claro, pero ¿quién lo pone en
marcha? Quizá alguien pensó en la CIA que Carrero podía ser un obstáculo y era
mejor suprimirlo”.
Gracias a l@s 1393 que acudisteis a la cita de ayer
Gracias a Iris
Gracias a yi
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