¿Una Constituyente?
La Constitución de 1978 no prevé el
caso de la reciente sentencia del caso Gürtel que pone en duda la veracidad de las declaraciones
del presidente en sede parlamentaria.
Es, sin
embargo, muy grave: el poder judicial no puede limitarse a emitir sospecha en
un tema que afecta a los cimientos del Estado de Derecho: la separación de
poderes.
El jefe del
ejecutivo no puede mentir al legislativo y el judicial es a quien incumbe
resolver las dudas que emite la sentencia.
De la
lectura del Título IV: “Del gobierno y de la administración”: http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.t4.html no deduzco sino una alternativa: la moción de
censura.
Ya ha sido
presentada, se ha abierto un procedimiento que puede ser largo y cuyos
resultados pueden ser una alternativa de
formar un nuevo ejecutivo, pero nada nos garantiza que éste resuelva el déficit
de Estado de Derecho que sufrimos.
No he hecho
referencia al problema de la corrupción o
a los recortes y el cada vez más peligroso endeudamiento. Son, sin
embargo, argumentos de peso. Tenemos que centrar el debate en la urgencia de
reforma constitucional.
Puesto que
la única vía parece ser la moción de censura y que las negociaciones que conlleva
ésta van a abrir nuestra caja de Pandora, pues a ello, pero exijamos trasparencia,
reglas de juego y representatividad.
Quitar el
gobierno a Rajoy es un objetivo, pero, de nada sirve si no se crean mecanismos
de control que nos protejan de las fechorías cometidas durante el imperio de la
Constitución de 1978.
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