La Restauración
Hará
falta tener paciencia para que la España foral se libere de la opresión de la
España feudal.
El
Foro de Ayala está poniendo su granito de arena. Yo he hecho todo lo que he
podido y estoy convencido de que mi sucesor, uno de los hijos del hermano que había heredado la labranza que
emprendieron mis padres, sabrá elegir.
No
hace falta que Cecilia me recuerde que el marquesado nos metió en vicios
feudales, peligrosos para el Fuero.
Son
los casos de la endogamia y del
mayorazgo.
Lo
sé muy bien; llegará un momento en el que estas enfermedades afecten gravemente
el proyecto Urquijo.
De
momento Alfonso XII, Su Nueva Majestad Católica me convocó apenas iniciaba su
reinado, en enero de 1875, para
felicitarme por mi eficaz retención al avance del carlismo, por dotar a Madrid,
pese a la brevedad de mi alcaldía, de infraestructuras que el municipio reclamaba
a gritos, por mi buena gestión de los Fondos de ayuda durante la I República,
por mi defensa del liberalismo, por mi catolicismo…
Su
Majestad estaba muy bien informado de mis actividades y mostraba entusiasmo por
las mismas. No paraba de repetir que con hombres como yo construiría su reino.
El
rey no hizo mención a los Derechos Forales, pese al poder de antídoto de los
mismos contra el carlismo y a las otras formas en las que se presenta este
feudalismo que carcome España.
Eso
sí, Su Majestad Católica comparte conmigo mucho más de lo que nos separa.
Estamos
visibilizando el buen funcionamiento del Foro de Ayala; es la única posibilidad
de que nuestra obra afecte al feudalismo que nos hace creer que esta España
nuestra no tiene futuro más allá de lo que nos han marcado.
Este
hombre fue un buen rey, si nos
atenemos a su reputación de “el rey soldado”, o el “rey
pacificador”; puso fin a las Guerras Carlistas y su presencia en el campo de
batalla tuvo consecuencias en una frágil salud. También logró una tregua en la
guerra de Cuba.
En
la Constitución de 1876 dio papel
importante al parlamento en la representación de la Soberanía Nacional. Dejó
claro que ya no era el régimen que imponía su madre, la odiada Isabel II, pero
tampoco el de José Bonaparte o el de Amadeo, que respetaban los Fueros.
Tengo
mis críticas a esta Constitución, aunque reconozco que es la que más ha durado.
Ha
sido un reinado que ha traído mucha prosperidad , artística y educativa que han
reducido nuestro retraso en el desarrollo de la Europa de nuestro entorno, pero
murió muy joven, el 25 de noviembre de 1885 ¡Tenía 27 años!
Tengo
otro grave reproche: su amistad con el káiser Guillermo I de Prusia le llevó a
la torpeza de aceptar el nombramiento de coronel de un regimiento en una
Alsacia arrebatada a los franceses tras la guerra franco prusiana de 1870-71.
Su
segunda esposa, María Cristina de Habsburgo paga muy caro los flecos dejados
por su marido al ejercer la regencia
durante la minoría del futuro rey
Alfonso XIII.
Gracias a l@s 436 que acudisteis a la cita de
ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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