¡Hasta siempre!
Tengo que despedirme ante las lectoras
y lectores de este diario. Me faltan fuerzas para escribir o recibir visitas.
Estoy para que me cuiden y quiero agotar mis escasas energías antes de llegar a
tan lamentable estado.
Son tiempos difíciles para la marca
Urquijo.
Hemos sabido salir robustecidos por
maniobras financieras que han aumentado nuestro capital y nuestro poder, pese a
la crisis.
Sabemos trabajar en equipo: Juan
Manuel ya estaba bien formado en 1870 para iniciar la sociedad regular
colectiva Urquijo, Ortuela y Arenaza,
con un capital de 1.800.00 reales. Esta sociedad otorgó créditos de alto
riesgo, como es el caso de los concedidos al rey Amadeo de Saboya, al gobierno
de Emilio Castelar en la I República, o al duque de Sesto, quien pensaba
utilizarlo para subvencionar el regreso de los Borbón en la persona de Alfonso
XII.
La sociedad sobrevivió una década pese
a las graves crisis, fue disuelta y el fundador se hizo cargo de la empresa en
el momento de la liquidación.
En 1883 se constituyó la sociedad
Urquijo y Compañía, con un capital de medio millón de pesetas, aportadas por
dos socios: Juan Manuel y su cuñado, Luis Ussia Aldama.
El último es, también, criatura del
Foro de Ayala, su inclinación y
aptitudes nos permitieron hacer de él un gran financiero, tan bueno que es una
de nuestras grandes fortunas y tiene buena acogida en la corte de la regenta.
He cumplido mi labor. El valle de
Ayala conserva y conservará, al menos durante la vida de José, Manuel y del heredero del mismo, la libertad y los
medios para que sus habitantes encuentren su lugar en este mundo.
He puesto bien a la vista que se puede
hacer y que la iniciativa genera desarrollo.
No solamente está nuestro cada vez
mayor capital y el impacto del mismo; el marquesado es un reconocimiento, de la
misma manera que nuestras voces recuerdan constantemente en las dos cámaras del
parlamento que los feudales tendrían más interés en aplicar el Foro de Ayala.
Mi médico se ha puesto como un
basilisco cuando me ha sorprendido en mi escritura ¡Bien sé yo que cada momento
es más difícil hacer un esfuerzo para terminar de contar mi historia!
Dejo que el galeno descargue su berrinche
mientras intento soltar mis miedos en este relato. Cada vez es mayor mi
presentimiento de que terminaremos cayendo en la inercia del feudalismo y de la
endogamia.
Ya me he tranquilizado con la certeza
de que lo logrado es ya un avance.
¡Hasta siempre!
Gracias a l@s 404 que acudisteis a la cita de
ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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