martes, 11 de junio de 2019

Borrador capítulo final


¡Hasta siempre!
Tengo que despedirme ante las lectoras y lectores de este diario. Me faltan fuerzas para escribir o recibir visitas. Estoy para que me cuiden y quiero agotar mis escasas energías antes de llegar a tan lamentable estado.
Son tiempos difíciles para la marca Urquijo.
Hemos sabido salir robustecidos por maniobras financieras que han aumentado nuestro capital y nuestro poder, pese a la crisis.
Sabemos trabajar en equipo: Juan Manuel ya estaba bien formado en 1870 para iniciar la sociedad regular colectiva Urquijo, Ortuela  y Arenaza, con un capital de 1.800.00 reales. Esta sociedad otorgó créditos de alto riesgo, como es el caso de los concedidos al rey Amadeo de Saboya, al gobierno de Emilio Castelar en la I República, o al duque de Sesto, quien pensaba utilizarlo para subvencionar el regreso de los Borbón en la persona de Alfonso XII.
La sociedad sobrevivió una década pese a las graves crisis, fue disuelta y el fundador se hizo cargo de la empresa en el momento de la liquidación.
En 1883 se constituyó la sociedad Urquijo y Compañía, con un capital de medio millón de pesetas, aportadas por dos socios: Juan Manuel y su cuñado, Luis Ussia Aldama.
El último es, también, criatura del Foro de Ayala,  su inclinación y aptitudes nos permitieron hacer de él un gran financiero, tan bueno que es una de nuestras grandes fortunas y tiene buena acogida en la corte de la regenta.
He cumplido mi labor. El valle de Ayala conserva y conservará, al menos durante la vida de José, Manuel  y del heredero del mismo, la libertad y los medios para que sus habitantes encuentren su lugar en este mundo.
He puesto bien a la vista que se puede hacer y que la iniciativa genera desarrollo.
No solamente está nuestro cada vez mayor capital y el impacto del mismo; el marquesado es un reconocimiento, de la misma manera que nuestras voces recuerdan constantemente en las dos cámaras del parlamento que los feudales tendrían más interés en aplicar el Foro de Ayala.
Mi médico se ha puesto como un basilisco cuando me ha sorprendido en mi escritura ¡Bien sé yo que cada momento es más difícil hacer un esfuerzo para terminar de contar mi historia!
Dejo que el galeno descargue su berrinche mientras intento soltar mis miedos en este relato. Cada vez es mayor mi presentimiento de que terminaremos cayendo en la inercia del feudalismo y de la endogamia.
Ya me he tranquilizado con la certeza de que lo logrado es ya un avance.
¡Hasta siempre!

Gracias a l@s 404 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti


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