martes, 17 de julio de 2018

Nuestra cita cotidiana


Hoy teníamos que ir a Oviedo, Iris y yo,  para arreglar el papeleo. Las previsiones de lluvia nos han hecho desistir. No me gusta conducir en ciudades y tendríamos que recurrir a un aparcamiento fácil, cuya elección no tendría en cuenta criterios de cercanía a los objetivos de nuestro viaje.
Ya está todo arreglado: ha bastado con una llamada telefónica y la amabilidad de dos mujeres que nos han facilitado la tramitación sin necesidad de desplazamiento.
¡Esto no es un infierno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El abuelo Leopoldo: Hablando en Cobre

 El abuelo Leopoldo – ¿Por qué has llegado tarde? Me preguntó, cariñosamente, mi abuelo materno. –He estado jugando con mi amigo Bertín. Nos...