Ayer estuve hablando un buen rato con uno de los
que viven en la calle. Ejerce la mendicidad e inicié la conversación con la
expresión de mi deseo de darle “buena mano” con la moneda que le entregaba.
—¡Gracias, amigo!. Ya tengo bastante para
continuar mi ruta mañana.
Fue la respuesta que me invitaba a intercambiar
opiniones; él me indicó que seguía
pidiendo para ocupar el tiempo que le quedaba hasta poder dormir en la estación
de autobuses.
“tengo algo que leer”, aclaró. Vi que tenía un
ejemplar de “El Comercio”.
Resumo:
No es un peregrino que se dirige a Santiago de
Compostela, es de Burgos y camina por toda España en busca del calor en
invierno y del fresco en verano. Duerme en la calle y tiene escasos gastos para
sobrevivir.
No se mete en el Camino de Santiago porque se
niega a buscarse excusas para sus viajes y porque no se puso en viaje para
tomar rutas trazadas.
Esa es su respuesta a lo que dicen que hay desde que nos metieron en el euro.
Sabe explicarlo muy bien, aunque, no se cansa de
repetir que no ha cursado más allá de los estudios obligatorios. “Porque aún no
sabía cómo escapar”, aclara. Desde muy joven comprendió que la enseñanza no
está concebida para que aprendamos a vivir; “solamente les interesa que sepamos
hacer lo que necesitan”.
Tenía que traer las compras; me quedé con ganas de
continuar hablando, pero sabía que los
planteamientos que abre este hombre requieren más tiempo del que él está
dispuesto a quedarse en Villaviciosa.
Gracias a l@s 379 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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