Hoy me tocaba urólogo. Disculpa el retraso.
El único objetivo del viaje era entregar los resultados
de la última analítica. Dados los buenos resultados de la misma, se impone
nueva prueba de resonancia; puesto que los
síntomas tienden a indicar que el tratamiento está dando los resultados
deseados.
Ahora me toca pedir cita para la prueba de
resonancia; una vez que tenga los resultados me tocará volver a tomar cita con
el urólogo.
Vayamos a la práctica: para cada una de estas
gestiones tengo que desplazarme desde Villaviciosa a Oviedo: 34 km por
trayecto.
8 en total, teniendo en cuenta idas y regresos y
que hay que esperar unos días para obtener los resultados de la resonancia.
Son gastos, polución, tiempo robado, inquietud…
Hay programas informáticos que permitirían que el
especialista tuviera un seguimiento del tratamiento que practica con su
paciente.
Así no necesitaría sino dos desplazamientos: para
someterme a la resonancia y para una visita al urólogo.
Por esta falta de razón ha sido retrasada nuestra
cita, he contribuido a una “ola de calor”que
ya se considera incontrolada…
Es como lo de las palomas. No estamos en
condiciones de acallar el estruendo que nos impone “lo que hay”. ¡Tendré que
hacer los ocho trayectos¡
No Sería así si nos unimos en un susurro.
Gracias a l@s 427 que acudisteis a la cita de
ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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