El 22 de enero de 1991Jorge Fonsecca publicó
este artículo: “Crisis económica y guerra / y 2”
https://elpais.com/diario/1991/01/22/economia/664498823_850215.html
Debes pinchar. Para animarte, copio:
Las
ventas de armamento en la I Guerra Mundial posibilitaron que Estados Unidos
alcanzara la hegemonía. En este conflicto, el que la financiación la realicen
países terceros reducirá el déficit público de EE UU. En cualquier caso, el
autor afirma que la guerra agravará los problemas de la economía mundial.
Isabel Piquer aclara: “EE UU manejó datos manipulados en 1991 para justificar la guerra”
https://elpais.com/diario/2003/02/01/internacional/1044054007_850215.html
Debes pinchar. Para animarte,
copio:
La historia de las incubadoras fue ampliamente
utilizada por el entonces presidente Bush, padre del actual mandatario, para
convencer a una opinión pública recalcitrante. Sólo después del conflicto se
supo la verdad: Nayirah era la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos,
Saud Nasir al Sabah, y su testimonio, que resultó ser falso, había sido
cuidadosamente preparado por una de las mayores firmas internacionales de
relaciones públicas, Hill and Knowlton.
Luis Gonzalo Segura añade: “11 de septiembre: Quince años del gran
negocio de Bush y Bin Laden”: https://blogs.publico.es/un-paso-al-frente/2016/09/10/4224/
Debes pinchar. Para animarte, copio:
El
11 de septiembre, mientras
los aviones se estrellaban en Nueva York, el expresidente George H. W.
Bush y Shafig Bin Laden celebraban una reunión del grupo Carlyle en un conocido hotel (Hotel Ritz Carlton de Washington).
Este conglomerado multinacional contaba con la empresa United Defense (vehículo de
combate Bradley), en el que
trabajaron los Bush junto a la familia Bin Laden, que eran uno de los
principales inversores. En esencia, el interés común de ambos era que el gasto armamentístico
aumentase y es innegable que el ataque terrorista de septiembre de 2001 fue la
excusa perfecta para la campaña global contra el terrorismo.
Así pues, tanto los Bush como los Bin Laden recibieron con el ataque terrorista
un cheque en blanco para sus futuros negocios y aseguraron la estabilidad de la
maquinaria bélica norteamericana (y su grupo empresarial) para las siguientes
dos o tres décadas. El vehículo Bradley se intentó sustituir en dos
ocasiones sin éxito, claro, y continúa en activo a día de hoy. Poco después del atentado del 11-S, en
diciembre, la salida a bolsa de esta empresa significó ganancias de más de 130
millones de dólares para la misma en un solo día.
El
11 de septiembre, mientras
los aviones se estrellaban en Nueva York, el expresidente George H. W.
Bush y Shafig Bin Laden celebraban una reunión del grupo Carlyle en un conocido hotel (Hotel Ritz Carlton de Washington).
Este conglomerado multinacional contaba con la empresa United Defense (vehículo de
combate Bradley), en el que
trabajaron los Bush junto a la familia Bin Laden, que eran uno de los
principales inversores. En esencia, el interés común de ambos era que el gasto armamentístico
aumentase y es innegable que el ataque terrorista de septiembre de 2001 fue la
excusa perfecta para la campaña global contra el terrorismo.
Así pues, tanto los Bush como los Bin Laden recibieron con el ataque terrorista
un cheque en blanco para sus futuros negocios y aseguraron la estabilidad de la
maquinaria bélica norteamericana (y su grupo empresarial) para las siguientes
dos o tres décadas. El vehículo Bradley se intentó sustituir en dos
ocasiones sin éxito, claro, y continúa en activo a día de hoy. Poco después del atentado del 11-S, en
diciembre, la salida a bolsa de esta empresa significó ganancias de más de 130
millones de dólares para la misma en un solo día.
El Periódico muestra que,
en la ctualidad ocurre igual: “La
Guerra de Ucrania: un negocio de más de 3.100 millones para los fabricantes de
armas de EEUU”: https://www.elperiodico.com/es/economia/20220403/guerra-ucrania-negocio-3-100-13470190
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Los miles de misiles, drones
y municiones enviados por Estados Unidos a Ucrania no
llenaron directamente las arcas de los vendedores de armas estadounidenses,
pero sí les beneficiarán en el largo plazo, con los países occidentales
ansiosos por reforzar sus defensas contra Rusia. Un
negocio que puede generar 3.500 millones de dólares (unos 3.160
millones de euros) en los próximos pedidos que ultima el Pentágono a
fabricantes norteamericanos, previstos en una ley adoptada a mediados de marzo,
según ha explicado a la AFP una portavoz del Departamento de Defensa.
Gracias a l#s 1000 que acudisteis a la cita de ayer
Gracias a Iris
Gracis a ti
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