lunes, 22 de enero de 2018

Para chulo yo VII

Celia

Playa de Las Canteras, 1 de noviembre de 1982

–– ¡Hola!
Ensio estaba tumbado  boca abajo. Prefería Maspalomas, pero tenía resaca y el mal aliento ahuyenta  los ligues. No reconoció la voz, pero su olfato…
–– ¡Celia!
Al levantarse vio unas tetas talladas con mimo, una joya de pareo tahitiano atado a la cintura y esa mirada de niña asustada que ya le resultaba conocida.
–– ¿Vos sós rica?
–– ¿No piensas que estoy buena?
––Ese pareó vale una fortuna…
––Los hago yo…Me las apaño…
–– ¿De donde sós?
–– ¿Por qué te esfumaste el otro día? Me hubiera gustado continuar una tan interesante conversación.
––Me puse muy triste.
–– ¿Por la conversación?
––En parte…Tengo personas queridas encarceladas y desaparecidas en mi país.
––Soy de Baracaldo, ya sabes…, “la margen izquierda” y para que se me entienda, Bilbao.
–– ¿No serás etarra?
–– ¿Te asustaría?
––Tuve un novio etarra…
–– ¿Te lo dijo él?
––No, pero tenía unas ideas como las tuyas.
––Así que me consideras una etarra…
––Bueno…––Le cuesta concluir.
––Soy comunista.
La confesión evoca recuerdos en Ensio. ¡Ay si don Serapio se hubiera enterado de sus amores y de que el portero era de esa” chusma”!
–– ¿Te asusto?
––Para nada. Pareces, más bien, un ángel refinado.
––Bueno. Tengo un mensaje para tu pareja…
–– ¿Alberto? Se acabó aquella misma noche.
––Querrás decir amanecer…
–– ¡No! Aquella medianoche.
Ensio contó las malas experiencias recientes de sus medianoches.
–– ¿Qué pasó?
––Y tú… ¿Cómo rompes con tus parejas?
––Son historias muy largas, cadenas de desencuentros…
––Lo mío fue muy rápido. Tú encendiste la mecha. Ya había aguantado demasiado a un político. Claro que aquel  me tenía atado y bien atado. Ahora ya no es lo mismo. Alberto no tiene poder y tú dejaste muy claro que no lo logrará nunca. En la cama es un muermo y ya viste lo que ofrece fuera…-Rompe el silencio antes de que lo haga ella –– ¿Por qué estabas allí tú?
––Para hacer lo que presenciaste
––No sé…––Sonríe–– No quiero saber nada de política.
–– ¿Y de chismes?
––Tampoco––Se acaricia el bigote––Me gustas y me decoras. A lo mejor pillamos algo…
––Prefiero hacer esas cosas sola
––Tienes que enseñarme a hacer esos pareo. Nada que ver con los que nos regalaba Le club Mediterranée de Agadir.
––Yo encendí la mecha de la ruptura con tu chico pero la tormenta que levanto tu salida de escena me impidió mencionar a Flick.
–– ¿Quién es ese?
Un asesino  cuya familia  medró con Hitler. Mano de obra barata proveniente de los campos de concentración. El  pasado año fue el gran escándalo alemán, el fisco descubrió que el magnate subvencionaba con largueza a  todos los partidos alemanes con representación parlamentaria.
–– ¿Qué tiene que ver eso con Felipe González?
––Eso saldrá dentro de poco. De momento, el proceso se centra en los partidos políticos alemanes; están todos de fango hasta el cuello y por supuesto, la fundación que subvenciona al PSOE.
–– ¿Por qué me cuentas esto? –– No esperó mucho para encontrar una respuesta–– Es posible que el tal Flick se haya democratizado.
––Pese a que el Tribunal de Núremberg condenó a prisión a su padre, cuando, para lavarse la cara, el gobierno “democrático” germano sacó la Ley de indemnización a las víctimas del nazismo, Flick tuvo el morro y el poder de negarse. Argumentaba que no era su deseo ayudar a sus enemigos de clase. Los políticos y los jueces callaron.
–– ¿Cuándo me vas a enseñar a hacer esos pareos?
––Ya veremos, según te portes…
––Aquí quien se porta mal eres tú. Ya me lo has aclarado todo. ¡Deja la política, porfa!
–– ¿Te has hecho tú la camisa y los pantalones rojos que llevabas?
––Los compré en Buenos Aires. Una pasta
­ ¿Vas mucho?
––Todos los años en el mes de vacaciones
–– ¿Cómo terminaste la noche?
––Me fui al apartamento de Angelita. Tenía preparado un sancocho; ya sabes, cherne seco con papas.
–– ¿Es canaria?
––Catalana, pero ha vivido muchos años en Las Palmas ––Duda un poco–– Es puta.
–– ¿Tengo cara de ursulina?
–– ¿Te gustan los calamares en su tinta?
––Si están bien puestos…
––Pues vamos ya. Estoy muerto de hambre y Angelita ha preparado también canalones.
–– ¿Es tu nuevo ligue?

––A mí me van los tíos. Tenemos un buen apaño. Ella lo está pasando muy mal. Se relaja cocinando. Dice que es muy triste hacerlo para ella sola…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El abuelo Leopoldo: Hablando en Cobre

 El abuelo Leopoldo – ¿Por qué has llegado tarde? Me preguntó, cariñosamente, mi abuelo materno. –He estado jugando con mi amigo Bertín. Nos...