El 16 de febrero de 1936 ganó las Generales españolas el
Frente Popular. Julián Vadillo lo presenta muy bien: “…Y ganó el Frente
Popular”: https://www.diagonalperiodico.net/saberes/29366-y-gano-frente-popular.html
Unos párrafos; debes pinchar:
El 16 de febrero
de 1936 la coalición del Frente Popular vencía en las elecciones. Con una campaña basada en la aplicación de medidas
reformistas, de la libertad de los presos políticos y de
una profundización en la democratización del país, la coalición circunstancial
de republicanos y partidos obreros de diversa índole se alzó con la victoria.
Una de las bases
de la que se valieron los promotores del golpe de Estado de julio de 1936 era
que el Frente Popular había sido parte
del plan que la URSS tenía en España para hacerse con el control político. Basándose
en los acuerdos del VII Congreso de la Internacional Comunista, donde se aprobó
la participación de los partidos comunistas en los frentes populares amplios.
Una afirmación que no se corresponde con la realidad. Ni en España ni en
Francia ni en ningún lugar.
Los motivos de unión de las
organizaciones de izquierda en España (y en otros lugares de Europa), no parte de una consigna soviética. Antes
de la celebración de este congreso, en agosto de 1935, los republicanos y los
socialistas ya mostraban interés en la posibilidad de caminar hacia una
coalición electoral.
Lo acontecido en octubre de 1934
había dejado claro a la izquierda que la única posibilidad pasaba por una unión de fuerzas. El
debate entre republicanos y socialistas consistía en dónde estaban los límites
de esa coalición. Para los republicanos (Izquierda Republicana y Unión
Republicana mayoritariamente, que se habían formado en aquellos momentos por la
unión de diversos grupos republicanos) el pacto tenía que ser de gobierno.
Los socialistas tenían una
diversidad de opiniones, entre la postura de Indalecio Prieto, que no veía
con malos ojos la unión de un gobierno de republicanos y socialistas, y la
de Largo Caballero,
que tras la experiencia del primer bienio y su giro a la izquierda, era
partidario de una coalición electoral para desalojar a la derecha del poder y
no de su entraba en un gobierno.
Los comunistas, por su parte, sí que tuvieron un giro en su estrategia, que
había sido cambiante a lo largo de la República. Mientras en su origen los
comunistas mostraron oposición a las instituciones republicanas, tras la salida
de Bullejos, Trilla y Adame de la dirección y la toma del control del PCE por
la Pasionaria, José Díaz y otros, el
objetivo pasó a ser la unidad por la base. Los acuerdos del VII
congreso de la Internacional Comunista afectó al PCE, que trabajó para la
creación del Frente Popular
Ángel Viñas ofrece un interesante planteamiento en “Frente
Popular, ¿hoy 2020 en España?”: https://www.angelvinas.es/?p=2173
Hace algunos meses la muy intelectual (y
algunos dirán un tanto elitista) New York Review of Books publicó
un intercambio de opiniones en favor y en contra. La ocasión la deparó la
utilización del término HOLOCAUSTO. En España tuvimos ya un remedo (algo
aguado, todo hay que decirlo) cuando Sir Paul Preston lo usó para referirse al
caso español y más particularmente a la represión efectuada, en la guerra y la
postguerra, por el régimen franquista contra los vencidos y heteróclitos
republicanos (amén de masones, librepensadores, socialistas, comunistas,
liberales, ateos, es decir, de poco menos de todos los que no comulgaran con
los valores españoles desde los tiempos de Viriato y, con certidumbre total, de
la época de los Reyes Católicos y de Trento).
Viene a cuento lo anterior porque entre las
sorpresas que nos deparan todos los días las noticias y comentarios que
esmaltan la prensa (en España y fuera de España) hay una que me ha causado
particular sorpresa, quizá porque como ya escribí en el post anterior llevo
tiempo dando vueltas al manido tema de la segunda República española. El
comentario objeto del presente post es la afirmación rotunda contenida en un
artículo publicado por el venerable diario ABC (pinchar
aquí: https://www.abc.es/opinion/abci-jaime-mayor-oreja-frente-popular-obviedad-202005232302_noticia.html) Su autor afirma
con rotundidad que en la maltrecha España de nuestros días está
instalado un Frente Popular. ¡Guau!
Eduardo González Calleja ofrece una muy interesante
explicación sobre las muertes que, lamentablemente, se produjeron durante el
Frente Popular: “La necro-lógica de la violencia socio-política en la primavera
de 1936”: https://journals.openedition.org/mcv/3825
Tienes que pinchar, pero te copio algunos párrafos:
La
identificación política y socioprofesional de las víctimas permite determinar
si la violencia letal fue indiscriminada o selectiva. Payne asevera que «la
mayoría de los muertos en ataques políticos fueron derechistas o no
simpatizantes de la izquierda que fueron asesinados por los izquierdistas», lo
cual es falso, aunque, como veremos, resulta cierta la afirmación de que «la
policía fue la responsable de la mayor parte de las bajas sufridas por la
izquierda al intentar sofocar manifestaciones y tumultos»22.
Las estadísticas disponibles desmienten rotundamente el mito de la persecución
y el martirologio derechista: según Cruz, el 56% de los muertos eran jornaleros
agrícolas, obreros o simpatizantes izquierdistas, el 19% eran derechistas,
propietarios o patronos, y el 7% policías o militares, algunos de ellos
notoriamente izquierdistas, como el capitán Faraudo o el teniente Castillo23.
En mis cálculos, las víctimas identificables de forma inequívoca con las
derechas representan el 29% del total, las adscritas a partidos de centro el
1,1% y los vinculados a sindicatos y partidos de izquierda el 41,8%. Es un
cálculo conservador, ya que entre el 23% de víctimas sin identidad política
inequívoca figura una gran cantidad de obreros y jornaleros fallecidos en enfrentamientos
con la fuerza pública durante protestas de tipo sociolaboral protagonizadas por
lo general por simpatizantes del Frente Popular. La misma observación, pero en
el sentido inverso de sus simpatías básicamente conservadoras, se podría
realizar para el caso de los diez militares y policías muertos en el desempeño
de su labor profesional, no a título privado como militantes o simpatizantes de
un partido político.
La
adscripción socioprofesional va en esta misma dirección, a pesar de que la
disponibilidad de datos no llega a la mitad de la muestra: predominio de
trabajadores asalariados del campo y la ciudad, especialmente jornaleros, lo
que resulta lógico cuando la mitad de la fuerza de trabajo estaba dedicada a la
agricultura. La reducida presencia de empresarios, propietarios y arrendatarios
entre las víctimas (en torno a un 4%) revela que la conflictividad no enfrentó
directamente a estos colectivos, sino sobre todo a los trabajadores, las
fuerzas del orden y funcionarios de la Administración civil (alcaldes,
concejales, secretarios, etc.), que contribuyen al obituario con un número de
víctimas equiparable. La relativamente amplia presencia de estudiantes está
directamente vinculada a la deriva violenta de Falange: el 1 de marzo, Primo de
Rivera ordenó al SEU que se incorporara en pleno a las milicias del partido, y
a partir de ese momento, los incidentes violentos protagonizados por
falangistas se sucedieron sin interrupción hasta el estallido de la guerra
civil.
Gracias a l@s 921 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti
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