martes, 2 de febrero de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

El 2 de febrero de 1848 se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo. Archives.gob lo presenta muy bien e incluye los textos: https://www.archives.gov/espanol/recursos-para-docentes/guadalupe-hidalgo#:~:text=El%20Tratado%20de%20Guadalupe%20Hidalgo%2C%20trajo%20un%20final%20oficial%20a,avance%20de%20las%20fuerzas%20americanas.

 

El Tratado de Guadalupe Hidalgo, trajo un final oficial a la guerra México-Americana (1846-1848), fue firmado el 2 de febrero de 1848, en Guadalupe Hidalgo, una ciudad al norte de la capital donde el gobierno mexicano escapó tras el avance de las fuerzas americanas. Según sus términos, Mexico cedió el 55% de su territorio, incluyendo partes que hoy en dia son Arizona, California, Nuevo México, Texas, Colorado, Nevada, y Utah, a los Estados Unidos. México renunció todas sus reclamaciones a Texas, y reconoció el Río Grande como la frontera del sur con los Estados Unidos. 

Hoy nos quedaremos con esta noticia, necesita reflexión. Enrique Krauze se pregunta: “Recobrará México la mitad de su territorio?”: https://www.nytimes.com/es/2017/04/06/espanol/opinion/krauze-mexico-territorio.html

 

Unos párrafos. Debes pinchar:

 

Encabeza el esfuerzo Cuauhtémoc Cárdenas, el mayor estadista de la izquierda mexicana. Cárdenas está convencido de que el gobierno mexicano –sobre todo ante la agresión de Trump– tiene en sus manos un caso sólido. Según su tesis, aquel tratado es violatorio de imprescriptibles normas internacionales del derecho y por ello susceptible de ser denunciado (con propósitos de reparación o indemnización) ante instancias como la Corte Internacional de Justicia y la ONU. Y aun admitiendo –sin conceder– la validez del tratado, varios artículos cruciales, como el respeto a la ciudadanía, la propiedad y la seguridad de los 100.000 mexicanos que quedaron en territorio estadounidense, se incumplieron desde un principio.

La iniciativa, sin embargo, enfrenta enormes obstáculos. Bernardo Sepúlveda, ex Secretario de Relaciones Exteriores y el mayor experto mexicano en derecho internacional, considera que “muy a su pesar” la demanda no prosperaría. “En tiempos anteriores las guerras de conquista no se topaban con la misma condena moral y legal que ahora forma parte de nuestro sistema legal”, me dijo. La demanda tendría que presentarse conforme a la Convención de Viena “y mostrar que el Estado mexicano no aceptó expresamente la validez del tratado o que, en razón de su conducta, el mismo Estado mostró su rechazo a esa validez”.

“Adicionalmente”, agrega Sepúlveda, “para obtener un dictamen, la demanda de anulación del Tratado de 1848 tendría que someterse a la Corte Internacional de Justicia, cuya jurisdicción obligatoria en casos contenciosos no está reconocida por Estados Unidos”.

Más allá de la viabilidad, lo que está en juego es algo aún más vasto: necesitamos alentar el debate sobre la verdadera historia de aquella guerra que Estados Unidos, convenientemente, ha olvidado o maquillado, pero que ahora más que nunca importa recordar honestamente como lo que fue. Se trata de una enormidad que cabe en una pregunta: ¿qué parte de la prosperidad histórica de Estados Unidos se ha afincado en el desarrollo de los territorios habitados originalmente por mexicanos y arrebatados a México en una guerra de conquista?

Gracias a l@s 610 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/

Gracias a Iris

Gracias a ti

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