Wili
Brandt
Mismo lugar, 13 de abril
Nadie ha visto a Adrian, Álvaro y Gonzalo. Tampoco
estos han dado razón alguna para ausentarse. Lo que queda de la comuna es la
reunión en la plaza de un pueblo de Colonia de Sacramento cuyo nombre quizá
nunca sabremos; si no regresan los desaparecidos quizá nunca lleguemos a
existir.
Pensamos, cada un@ de las que quedamos, mientras
paseamos nuestras soledades por un pueblo en entredicho. Eso sí, cada día nos
encontramos, a la misma hora, en la plaza. Cumplimos, Isabel Carlota se nos ha
metido y hay cada vez más gente que asiste al espectáculo que ofrecemos en su
plaza.
Hoy no ha sido así; l@s asistentes han dejado de ser
sombras, en boca del nuevo adherido Marcel, un cubano..
—Willy Brandt había forjado su plan para España desde
que ostentó la representación de su partido de los Trabajadores Socialistas de
Alemania ante el gobierno legal víctima
de un golpe de Estado.
Marcel es un hombre de una setentena bien cuidada que presume de “colchón”. No es que aluda a
ello; pero se nota en sus actitud y en su simplicidad, como si estuviera
diciendo “con tal de tener un techo, comida y si posible un tragito”. Trasmite
eso en una intervención que engancha con el tema del debate diario previsto en
la agenda de Iris.
—En 1974, el Partido Socialista había perdido la calle
en beneficio de otros partidos, el Partido Comunista, por ejemplo. El entonces
Canciller socialdemócrata alemán decidió, financió, formó y logró, un PSOE que
tomara el poder y forjara el bipartidismo, como si dijéramos un esperpento
eternamente español. Salió a la luz que los dineros invertidos por el mandamás
alemán, provenían de Flick, un canalla que beneficiaba de fortuna propulsada
por el trabajo de los prisioneros de Hitler, cuyo hijo subvencionaba a todos los partidos del poder
en Alemania. El escándalo vino de ahí, puesto que se detectó la generosidad de
los subvencionados.
¿Soy yo o es Strelitzia quien llora?.
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